Esta carta vió la luz en septiembre de 2021. Es la carta original más antigua que existe firmada de puño y letra por Mama Anatula y revela su misión por el interior, recorriendo las ciudades de la Provincia de Córdoba del Tucumán dando multitudinarias tandas de Ejercicios Espirituales antes de su llegada a Buenos Aires.

9-5-9-4 (Numero actual 336), 6 de agosto de 1777.
Excelentísimo Señor:
Habiendo llegado a mí noticia con grande júbilo de mi alma, que estas atribuladas Provincias estaban bajo la acertada dirección de Vuestra Excelencia, que espero les resultará aventajados progresos, me pareció conveniente dar cuenta a Vuestra Excelencia como a mi dueño y Señor mis tales cuales empresas; para que si van erradas las encamine Vuestra Excelencia, y si son de algún provecho las promueva con su benigna protección.

Ha de saber Vuestra Excelencia que desde el mismo año que fueron capturados los Padres Jesuitas, viendo yo la falta de ministros Evangélicos y de doctrina que había, y con medios para promoverla, me dediqué a dejar mi retiro, salir, aunque mujer y ruin, pero confiada en la Divina Providencia por las Jurisdicciones y Partidos, con venia de los Señores Obispos como constaba a Vuestra Excelencia, por lo que apunto remito, y colectar limosnas para mantener los santos Ejercicios Espirituales del glorioso San Ignacio de Loyola para que del todo no pereciese una obra de tanto provecho para las almas y tanta gloria para el Cielo.

En esta demanda, Excelentísimo Señor, he corrido todas las ciudades de esta provincia del Tucumán comenzando con la de Santiago del Estero, hallando siempre a Dios propicio para conmigo y para obra tan de su agrado; de suerte que teniendo algún piadoso sacerdote que haga las pláticas a las personas que se quieren ejercitar; ha concurrido Dios con abundante providencia para su sustento, solamente por medio de las limosnas piadosas; de suerte que solamente en esta ciudad de Córdoba donde al presente me hallo, se han dado 8 semanas de Ejercicios en 1 año; llegando a entrar en algunas de ellas hasta doscientas y trescientas personas, y hubiesen entrado muchas más a no ser por falta de casa al propósito para el efecto, trabajo que no he padecido tanto en otras ciudades. Porque las casas que habían para este fin en esta ciudad las tienen ocupadas los Padres Bethelmitas, con todo eso continúo prosiguiendo actualmente en casas prestadas, aunque no tan cómodas, y después caminar para donde Dios fuese servido mientras me dure la vida; y si me fuera posible andar todo el mundo en la demanda no me excusara según el provecho que conozco en las Almas, y el agrado de Dios N. Señor quien guarda la importante vida de V. E.
Por muchos años como se lo deseo. Córdoba, y agosto 6 de 1777
Besa las manos de V.E.
Humilde criada
María Antonia de San Joseph, beata de la Compañía de Jesús

Que ha recorrido las ciudades del Tucumán y otras recogiendo limosna para dar los Ejercicios del P. Ignacio, en un año se han dado a 200 personas. Y si V.E. tiene a bien promover esta obra pía lo haga.
Ficha técnica.
- Fecha: 6 de agosto de 1777
- Desde Córdoba
- De María Antonia de Paz y Figueroa
- al Virrey Pedro de Cevallos
- Idioma: Español
- Original: Archivo General de la Nación Argentina, AR-AGN-SGGI01, 9-5-9-4 (Numero actual 336), 6 de agosto de 1777.
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