Preparación de la fiesta de Mama Antula

En Buenos Aires, las celebraciones se realizarán en la Santa Casa de Ejercicios Espirituales (Av. Independencia 1190) y en la Basílica de La Piedad, donde se encuentra el Sepulcro Histórico Nacional Mama Antula (Bartolomé Mitre y Paraná).

Cronograma de actividades y celebraciones por la memoria litúrgica -que es el 7 de marzo- en Buenos Aires y su Santiago del Estero natal, con Novena, bombos, Ejercicios Espirituales, Visita guiada a la Santa Casa, Triduo y Misa con bendición de las reliquias de María Antonia de San José. 

Actividades en Buenos Aires

NOVENA: Empieza el 26 de febrero y cada día rezaremos junto a Mama Antula y un santo de su devoción. En este link.

EJERCICIOS ESPIRITUALES: La Santa Casa recibirá a todas las personas que quieran asistir a una tarde de Ejercicios el sábado 5 de marzo de 13;30 a 19;30. Ingreso por Av.  Independencia 1190, whatsapp 11-2370-8319. Facebook de la Santa Casa: https://www.facebook.com/santacasaee

VISITA GUIADA: La primera visita guiada del año de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales será en la víspera de la celebración a Mama Antula, el domingo 6 de marzo a las 16 horas. No se suspende por lluvia. Bono contribución de $ 300. Ingreso por Av. Independencia 1190

TRIDUO DE ORACIÓN EN HONOR A MAMA ANTULA: Será los días viernes 4, sábado 5 y domingo 6 de marzo en la Basílica de La Piedad, donde se encuentra el Sepulcro Histórico Nacional con las reliquias de María Antonia de San José, al finalizar la Misa de las 19 horas. 

FIESTA LITÚRGICA DE MAMA ANTULA: El lunes 7 de marzo las celebraciones por el día de María Antonia de San José en la Santa Casa incluyen momento de oración y peregrinación. El ingreso será por la calle Salta.

  • A las 16;30 los invitamos a una charla en la Capilla Grande en la que se exhibirán las reliquias de la Beata.
  • A las 16;45 compartiremos un momento de oración.
  • A continuación, 17;45, iniciaremos una Peregrinación por la ciudad de Buenos Aires desde la Santa Casa de Ejercicios (Salta 870) hasta la Basílica de La Piedad (Bartolomé Mitre 1524). Visitaremos el Sepulcro de Mama Antula donde descansan sus restos.
  • Finalmente las 19 celebraremos la Misa en la Basílica de La Piedad, presidida por Mons. Ernesto Giobando, que al finalizar la Eucaristía realizará una bendición especial con reliquias de nuestra Beata, próxima santa argentina si Dios quiere.

Actividades en Santiago del Estero

En la provincia donde nació Mama Antula en el año 1730, las celebraciones por su fiesta litúrgica incluyen serenatas, peregrinaciones, marcha de bombos y celebración de la Luz. Durante todo el mes de febrero el Padre Mario Ramón Tenti y su comunidad ha salido a misionar desde villa Silípica con una imagen de Mama Antula peregrina por toda las parroquias de la diócesis. Durante los sábados y domingos visitaron Campo Alegre, San Agustín, San Andrés de Cancino y más comunidades de la parroquia de Loreto.

Recibimiento a Mama Antula en capilla Medalla Milagrosa
Comunidad de Medalla Milagrosa, Tabla Redonda.

Con el lema «Mama Antula, mujer laica y misionera al servicio de Dios y de los pobres» la fiesta de Mama Antula en su tierra natal siempre se celebra el domingo posterior al 7 de marzo.

  • La Novena empieza el 4 de marzo en villa Silípica, y ese día saldrán en peregrinación de visita a la capilla Nuestra Señora de La Merced de Sumamao para celebrar a Antula con vivas y Misa.
  • El sábado 5 de marzo habrá encuentro antuliano con los jóvenes santiagueños.
  • El 7 de marzo, día de su santo, habrá peregrinación desde las diferentes capillas hasta villa Silípica, donde se celebrará Misa con bautismos y serenata.
  • El sábado 12 de marzo habrá peregrinación desde el Santuario Mama Antula hasta el templete en villa Silípica, y se realizará la celebración de la Luz.
  • La fiesta grande de Mama Antula es el domingo 13 de marzo en la capilla de la Virgen de Monserrat, durante todo el día con mucha música y hasta jineteada.

Actividades en Rosario

Para celebrar a María Antonia de San José, este año habrá una conferencia en Rosario que dará la investigadora Ana Falco, el lunes 7 de marzo a las 18 en la Catedral de la Ciudad. Luego se celebrará Misa.

Novena 2022 a Mama Antula

En el año Ignaciano, a 500 años de la conversión de San Ignacio de Loyola, rezamos la Novena a Mama Antula invocando su intercesión y la de los santos de su devoción.

Hacemos la señal de la Cruz en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nos reconocemos pecadoras y pecadores, rezamos el Pésame.

Nos reconocemos hermanas y hermanos, rezamos el Padrenuestro.

ORACIÓN A MAMA ANTULA PEREGRINA

Querida Mama Antula, mujer entregada a Dios, madre de los pobres, peregrina de la fe; que descalza y a pie recorriste miles de kilómetros llevando a Jesús a multitudes de cristianos, danos tu valentía, tu amor compasivo y tu fuerte ternura para que en todo podamos amar y servir. Amén.

ORACIÓN AL DIVINO SALVADOR

Escuchános, Divino Salvador, vos que elegiste a María Antonia de San José para que nos acompañe mientras peregrinamos hacia tu Reino. Ella nos da el ejemplo de tus virtudes, nos anima en el trabajo, nos consuela en la enfermedad y nos acerca a las gracias que necesitamos en nuestra vida. 
Concedénos ahora, Divino Niño, la gracia de ver nuevas todas las cosas en Cristo por intercesión de la Beata María Antonia de San José, que tanto hizo para que aprendiéramos a confiar en tu Providencia.
Mostranos, Hijo del Padre, lo cerca de tu Corazón que está María Antonia. Sentimos que ella es para nosotros una madre. Al mirar su rostro nos parece ver el rostro de la Madre Iglesia. Y su devoción a la Santísima Virgen María, a San José y a San Cayetano, nos lleva a lo más íntimo de tu Divino Corazón.

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

Virgen de La Piedad, Bondadosa Madre de los Dolores, la Beata María Antonia te invocó toda su vida con especial devoción y siempre la favoreciste en sus necesidades. A tus pies quiso descansar después de su Pascua. Por todo esto te pedimos, Virgen de los Dolores, que la hagas conocer en la Iglesia como santa y acompañes nuestros ruegos.

INTENCIONES DE LA NOVENA A MAMA ANTULA

Día 1, sábado 26 de febrero: 
Por los más pobres y enfermos, te rogamos intercedas con San Cayetano para que accedan al trabajo, la educación y la salud que merecen.
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria

Día 2, domingo 27 de febrero: 
Para que la Argentina sea ejemplo de fraternidad y amistad social, intercedé con el Beato Mamerto Esquiú por el diálogo y la concordia en nuestra querida Patria. 
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria
Día 3, lunes 28 de febrero: 
Por nuestros niños y jóvenes en tiempos de pospandemia, te rogamos intercedas con San Estanislao de Kostka para que amen la sabiduría y el estudio mediante la “pedagogía del corazón” que te caracterizaba como catequista y educadora.
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria
Día 4, martes 1° de marzo: 
Por las mujeres y su renovado protagonismo en la vida social y religiosa, para que intercedas con San Miguel y las protejas de todo mal conservándoles ternura y firmeza en la fe.
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria
Día 5, miércoles 2 de marzo: 
Por el cuidado del planeta Tierra, te rogamos intercedas con San Francisco de Asís para que aprendamos a cuidar la naturaleza. Proteger a la Creación de la guerra también es cuidar la Casa Común.
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria



Día 6, jueves 3 de marzo:
Para que cada vez más mujeres y hombres realicen los Ejercicios Espirituales y encuentren paz, sentido y gratitud, te rogamos tu intercesión con San Ignacio de Loyola.
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria
Día 7, viernes 4 de marzo: 
Para que todas las personas religiosas y laicas que formamos el Pueblo de Dios peregrinemos apoyadas en la Cruz, intercedé con la Virgen de los Dolores para que sepamos convertir el sufrimiento en esperanza.
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria
Día 8, sábado 5 de marzo: 
Para que cada persona descubra su misión en la vida, desde la cual ser misioneros de la Palabra de Dios, te rogamos intercedas con San Francisco Solano. Pedimos especialmente por las y los voluntarios de Manos Abiertas.
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria
Día 9, domingo 6 de marzo:
Por las familias y los abuelos, te rogamos intercedas por ellos con San José para que tengan salud y fortaleza.
PEDIMOS AHORA, CON AMOR Y CONFIANZA, LA GRACIA PARTICULAR QUE DESEAMOS ALCANZAR
Rezamos un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria

ORACIÓN FINAL

Dios y Padre nuestro, que a la Beata María Antonia de San José le diste una FE activa para convertir los corazones, una ESPERANZA firme para no desanimarse en las dificultades, llenaste su corazón de CARIDAD materna para con los que sufren, los descartados y excluidos te rogamos por nosotros, que veneramos su memoria conservada en capillas, templos, retablos y estampas, para que nos concedas la gracia de poder imitarla y que un día la veamos honrada por la Iglesia como Santa, junto a San Ignacio de Loyola, su padre y maestro. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, amén.

PDF descargable con la Novena 2022 completa:

A 6 años de la aprobación

El 9 de febrero de 2016 se aprobó en Roma la Beatificación de Mama Antula, que había sido presentada en 1909 por Mons. Marcos Ezcurra.

Mama Antula y el cuadro de Mons. Ezcurra que se encuentra en la celda 8 de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales.

«El pueblo argentino le implora al Papa Francisco la pronta canonización de la laica argentina María Antonia de Paz y Figueroa, Mama Antula» rezaba una de las estampas realizadas por un grupo de devotos hace 6 años cuando el 9 de febrero de 2016 se decidió en Roma su beatificación, que se realizó seis meses más tarde en Santiago del Estero -el 27 de agosto- como paso previo a la santificación.

Estampa de 2016

Ese 9 de febrero de 2016 en Roma se realizó la reunión Plenaria de Obispos y Cardenales de la Congregación de la Causa de los Santos y, por unanimidad, se aprobó el proceso de beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa. El 4 de marzo el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina Cardenal Mario A. Poli confirmó la fecha, mientras se informó que el Santo Padre había recibido en audiencia al cardenal Ángelo Amato SDB, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y autorizado la promulgación de diversos decretos de milagros realizados por diferentes santos, entre ellos «un milagro atribuido a la intercesión de la venerable Sierva de Dios Antonia María de San José (en el siglo María Antonia de Paz y Figueroa), argentina (1730-1799), fundadora del Beaterio de los Ejercicios Espirituales de Buenos Aires en Argentina». El decreto se refería al milagro atribuido a Mama Antula en 1904, cuando la hermana María Rosa Vanina, religiosa de la congregación Hijas del Divino Salvador, se recuperó de una colecistitis aguda con shock séptico luego de que otras religiosas le rogaran a María Antonia por su recuperación. En realidad durante toda su vida Mama Antula realizó grandes milagros y prodigios, desde la multiplicación de los panes para dar alimento a los ejercitantes de la Santa Casa, hasta la resucitación de un obrero de la construcción que cayó de un andamio mientras se construía la Santa Casa. El mismo hallazgo de sus restos mortales en la Basílica de la Piedad es en sí mismo un milagro: una niña desconocida se apareció en el camposanto misteriosamente e indicó el lugar exacto, y después desapareció.

El famoso arcón en el cual Mama Antula multiplicaba los panes en la Santa Casa se encuentra en la celda 8.

Años antes de iniciado el proceso de la Causa de Canonización, el expediente originario presentado en 1909 por Mons. Ezcurra había empezado a ser revisado y corregido por iniciativa de la hermana Hilda Ledesma -Superiora de la Sociedad Hijas del Divino Salvador-. Por entonces el Papa argentino era Arzobispo de Buenos Aires, y él mismo había creado una comisión especial encabezada por la Lic. Graciela Ojeda de Río e integrada por los Licenciados Alicia Fraschina y Walter Del Río, la Dra. Silvia Correale, laicos y religiosos. La comisión contó con la destacada participación del Padre Ignacio Pérez del Viso SJ, historiador, biógrafo y devoto de María Antonia. Muchos de los integrantes de esta comisión Histórica recibieron gracias y milagros por intercesión de Mama Antula.

La Dra. Silvia Correale y la Embajadora argentina en la Santa Sede Fernanda Silva, el 7 de marzo de 2021, trabajando en la canonización de Mama Antula en Roma. (Ver nota completa en este link).

El clamor del pueblo argentino para que sea canonizada continúa, mientras en estos momentos, en Roma, un grupo de expertos que conforman la Junta Médica Teológica estudian el milagro que podría convertirla en santa: el caso de Claudio Perusini, un santafecino desahuciado luego de sufrir un ACV, que fue milagrosamente sanado por intercesión de Mama Antula. El caso fue presentado en 2018 durante el cierre del proceso canónico, con una Misa concelebrada por Mons. Ernesto Giobando y Mons. José María Arancedo en Santa Fé, en presencia de Perusini y devotos antulianos.

55° Jornada Mundial de la Paz

Bendición de Mons. Ernesto Giobando en el primer día del año 2022, Jornada Mundial de la Paz y Solemnidad de María Madre de Dios

El Cura Brochero y Mama Antula en el altar de la capilla del Divino Salvador, Santa Casa de Ejercicios Espirituales

BENDICIÓN DE MONS. ERNESTO GIOBANDO EN LA JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios» (Mt 5, 9).

Es mi deseo para este nuevo año que comienza. Trabajar por la paz implica trabajar por una mayor justicia, cada uno poniendo su granito de arena, podemos construir una patria de hermanos, de hijos e hijas de Dios. Afuera las divisiones, los odios, las discordias y luchas, tratemos de ser nación. Les comparto el deseo del Papa Francisco en la Jornada Mundial por la Paz de este primer día del año:

«Me gustaría proponer tres caminos para construir una paz duradera. En primer lugar, el diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos. En segundo lugar, la educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo. Y, por último, el trabajo para una plena realización de la dignidad humana. Estos tres elementos son esenciales para «la gestación de un pacto social», sin el cual todo proyecto de paz es insustancial».

Trabajemos por la paz, seremos llamados hijos de Dios.

Mi bendición para este 2022

Ernesto Giobando sj

Obispo Auxiliar de Buenos Aires

La mayólica de Mama Antula

Este año se cumplieron 5 años de la instalación de una imagen de María Antonia de Paz y Figueroa en la Estación Sáenz Peña del Subte A.

El P. Raúl Laurencena (párroco de La Piedad) junto a los devotos antulianas Pancha Roca, Susana Saguier Elía y Damián Abregú.

El dúo de mayólicas en honor a Mama Antula fue colocado en la Estación Sáenz Peña de la línea A de Subterráneos días después de su beatificación, en septiembre de 2016, en ocasión de las fiestas patronales de la Basílica de la Piedad. Por eso a la imagen de María Antonia de Paz y Figueroa la acompaña una imagen de La Piedad, ambas realizadas por la artista plástica Silvana Sica.

La Piedad y Mama Antula en el subte A

El Padre Raúl Laurencena -párroco de La Piedad en donde se encuentra el Sepulcro Histórico Nacional con las reliquias de Mama Antula- bendijo las mayólicas en presencia de devotos y cientos de viajeros que cada día pasan por esta Estación de Subte.

El P. Gustavo Saivene también participó de la inauguración de las mayólicas.

Antes de descubrir las mayólicas un grupo de devotos entonaron la zamba de Mama Antula escrita por Juan Carlos Carabajal. Sonó el bombo marcando el ritmo y llevando todo el espíritu santiagueño a las entrañas de la ciudad.

En la pestaña «Geolocalización de la devoción antuliana» de esta página podés conocer todos los lugares de la Argentina con retablos, capillas e imágenes donde se venera a la futura santa argentina.

Mama Antula en ALPI

Una imagen de María Antonia de Paz y Figueroa fue entronizada en la capilla de la prestigiosa asociación civil de rehabilitación motriz.

epígrafe

Con la bendición del sacerdote Joaquín Giangreco (cura villero párroco de Itatí en villa Trujui, Moreno) fue entronizada una imagen de María Antonia de San José en la capilla de la sede central de ALPI en la calle Soler, el 28 de diciembre.

Damián Abregú y Teresa González Fernández con la imagen de Mama Antula

La pequeña escultura había sido donada por Damián Abregú, devoto de La Beata y gran difusor de su vida y obra, en octubre pasado.

Con esta entronización se cierra un año muy prolífico en la difusión de la devoción antuliana, que en el período 2020-2021 sumó imágenes en diferentes parroquias y templos como La Esperanza de Puerto Madero, la Catedral de Morón, San Ponciano de La Plata y San Cayetano de Río Cuarto, Córdoba. ¡Se siente próxima su canonización!

Click aquí para acceder al mapa de las localizaciones de la devoción antuliana.

El Padre Joaquín Giangreco bendiciendo la nueva imagen de Mama Antula en el altar de la capilla de ALPI.

Letanías al Niño Jesús

Escritas por Mama Antula, estas letanías eran cantadas por las beatas durante las Navidades. En el antiquísimo libro de Domingo Caviedes se han recopilado estos versos, y en la Santa Casa están los manuscritos de estas saetas.

LOS MILAGROSOS MANUELITOS DE MAMA ANTULA. En la carta 15 Mama Antula le pide al Padre Juárez (que está exiliado en Roma) un Manuelito nuevo porque el que está en constante adoración en la Santa Casa (de mármol, de una sola pieza, foto izquierda) está gastado. El Padre Juárez le enviará el nuevo Manuelito (foto derecha) para que siga siendo venerado por miles de almas que realizan los Ejercicios Espirituales.
I
Vengan presurosas
almas, a adorar
al Infante Tierno
Dios de Majestad.

II
Desde las humildes
pajas en que está,
se hace presente
Su amor y bondad.

III
Dese allí convida
con dulce amistad
y sus pensamientos
son siempre de Paz.


IV
Su pecho es un vivo
activo volcán
que despide llamas
de amor celestial.

V
Vengan encendidos
en hoguera tal,
y arda en vivo fuego,
Santa voluntad.

VI
Vengan derramando
lágrimas sin par
los dulces momentos
de nuestra Piedad.

VII
Vengan los humildes
para presentar,
puros corazones
Que Él no pide más.

VIII
Vengan admirados
A ver tal Bondad,
un Dios revestido
de carne mortal.

IX
Vengan y celebren
Impacientes ya,
A dar ese abrazo
de eterna Amistad.

X
Venga, ¿tiene miedo
su gran majestad?
No tema, es un Niño
humilde sin par.

XI
Por nosotros pobre
nació en un portal,
a ocultar en su carne
y su divinidad.

XII
Vengan, y confiesen
con sinceridad,
¡Oh, Divino Niño!
Aquí estamos ya.

XIII
A Tus Pies rendidos
damos sin cesar,
eterna alabanza
a tu Gran bondad.

XIV
Despide amoroso
fuego celestial
que prenda en el alma
de quien quiere amar.

XV
Nuestro amargo llanto
dígnate enjugar,
mientras te rogamos
Oh, buen Dios, ¡piedad!

XVI
Tus misericordias
no tienen igual,
porque ellas redimen
todo nuestro mal.

XVII
Recibe piadoso
nuestra voluntad
que al haber pecado
pesarosa está.

XVIII
No nos abandones
¡Oh Dios de Bondad!
que no perderemos
jamás tu Amistad.
XIX
Mil Gracias te damos
que siendo inmortal,
vestir has querido
nuestra humanidad.

XX
Para en tal figura
humana, cargar
con aquel delito
que cometió Adán.

XXI
¿Cómo pagaremos
Bien tan singular,
que no podrá el hombre
jamás apreciar?

XXII
Pero si distantes
los hombres están,
de corresponderte
beneficio tal:

XXIII
Recibe a lo menos
Niño Celestial,
nuestros corazones
que a tus pies están. 




Mama Antula abrazada al Manuelito y al Libro de los Ejercicios Espirituales. Imagen: Ana Ruggiero.

El hermoso signo del pesebre

Carta Apostólica del Papa Francisco «Admirable signum» sobre el significado y el valor del Belén. Ilustrado con imágenes de devotos y seguidores de María Antonia de San José.

El Pesebre es un modo genuino de representar con sencillez la belleza de nuestra fe.

1. El hermoso signo del pesebre, tan estimado por el pueblo cristiano, causa siempre asombro y admiración. La representación del acontecimiento del nacimiento de Jesús equivale a anunciar el misterio de la encarnación del Hijo de Dios con sencillez y alegría. El belén, en efecto, es como un Evangelio vivo, que surge de las páginas de la Sagrada Escritura. La contemplación de la escena de la Navidad, nos invita a ponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de Aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre. Y descubrimos que Él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a Él.

Niño Dios de Irene Álvarez

Con esta Carta quisiera alentar la hermosa tradición de nuestras familias que en los días previos a la Navidad preparan el belén, como también la costumbre de ponerlo en los lugares de trabajo, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, en las plazas… Es realmente un ejercicio de fantasía creativa, que utiliza los materiales más dispares para crear pequeñas obras maestras llenas de belleza. Se aprende desde niños: cuando papá y mamá, junto a los abuelos, transmiten esta alegre tradición, que contiene en sí una rica espiritualidad popular. Espero que esta práctica nunca se debilite; es más, confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada.

2. El origen del pesebre encuentra confirmación ante todo en algunos detalles evangélicos del nacimiento de Jesús en Belén. El evangelista Lucas dice sencillamente que María «dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada» (2,7). Jesús fue colocado en un pesebre; palabra que procede del latín: praesepium.

«El Niño de los Jazmines de Mamá Tránsito», del siglo XIX. Tiene cruz de plata y un azahar de cera que fue del Niño Viajero de la Madre Señora Ana María Taboada de Paz y Figueroa. Reliquia perteneciente a la familia de Aldo de Castro Paz.

El Hijo de Dios, viniendo a este mundo, encuentra sitio donde los animales van a comer. El heno se convierte en el primer lecho para Aquel que se revelará como «el pan bajado del cielo» (Jn 6,41). Un simbolismo que ya san Agustín, junto con otros Padres, había captado cuando escribía: «Puesto en el pesebre, se convirtió en alimento para nosotros» (Serm. 189,4). En realidad, el belén contiene diversos misterios de la vida de Jesús y nos los hace sentir cercanos a nuestra vida cotidiana.

Pero volvamos de nuevo al origen del belén tal como nosotros lo entendemos. Nos trasladamos con la mente a Greccio, en el valle Reatino; allí san Francisco se detuvo viniendo probablemente de Roma, donde el 29 de noviembre de 1223 había recibido del Papa Honorio III la confirmación de su Regla. Después de su viaje a Tierra Santa, aquellas grutas le recordaban de manera especial el paisaje de Belén. Y es posible que el Poverello quedase impresionado en Roma, por los mosaicos de la Basílica de Santa María la Mayor que representan el nacimiento de Jesús, justo al lado del lugar donde se conservaban, según una antigua tradición, las tablas del pesebre.

El Manuelito de Mama Antula, muy milagroso. Se conserva en la Santa Casa de Ejercicios Espirituales.

Las Fuentes Franciscanas narran en detalle lo que sucedió en Greccio. Quince días antes de la Navidad, Francisco llamó a un hombre del lugar, de nombre Juan, y le pidió que lo ayudara a cumplir un deseo: «Deseo celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno»[1]. Tan pronto como lo escuchó, ese hombre bueno y fiel fue rápidamente y preparó en el lugar señalado lo que el santo le había indicado. El 25 de diciembre, llegaron a Greccio muchos frailes de distintos lugares, como también hombres y mujeres de las granjas de la comarca, trayendo flores y antorchas para iluminar aquella noche santa. Cuando llegó Francisco, encontró el pesebre con el heno, el buey y el asno. Las personas que llegaron mostraron frente a la escena de la Navidad una alegría indescriptible, como nunca antes habían experimentado. Después el sacerdote, ante el Nacimiento, celebró solemnemente la Eucaristía, mostrando el vínculo entre la encarnación del Hijo de Dios y la Eucaristía. En aquella ocasión, en Greccio, no había figuras: el belén fue realizado y vivido por todos los presentes[2].

Así nace nuestra tradición: todos alrededor de la gruta y llenos de alegría, sin distancia alguna entre el acontecimiento que se cumple y cuantos participan en el misterio.

El primer biógrafo de san Francisco, Tomás de Celano, recuerda que esa noche se añadió a la escena simple y conmovedora el don de una visión maravillosa: uno de los presentes vio acostado en el pesebre al mismo Niño Jesús. De aquel belén de la Navidad de 1223, «todos regresaron a sus casas colmados de alegría»[3].

3. San Francisco realizó una gran obra de evangelización con la simplicidad de aquel signo. Su enseñanza ha penetrado en los corazones de los cristianos y permanece hasta nuestros días como un modo genuino de representar con sencillez la belleza de nuestra fe. Por otro lado, el mismo lugar donde se realizó el primer belén expresa y evoca estos sentimientos. Greccio se ha convertido en un refugio para el alma que se esconde en la roca para dejarse envolver en el silencio.

Niño Dios de Laura Cecilia.

¿Por qué el belén suscita tanto asombro y nos conmueve? En primer lugar, porque manifiesta la ternura de Dios. Él, el Creador del universo, se abaja a nuestra pequeñez. El don de la vida, siempre misterioso para nosotros, nos cautiva aún más viendo que Aquel que nació de María es la fuente y protección de cada vida. En Jesús, el Padre nos ha dado un hermano que viene a buscarnos cuando estamos desorientados y perdemos el rumbo; un amigo fiel que siempre está cerca de nosotros; nos ha dado a su Hijo que nos perdona y nos levanta del pecado.

La preparación del pesebre en nuestras casas nos ayuda a revivir la historia que ocurrió en Belén. Naturalmente, los evangelios son siempre la fuente que permite conocer y meditar aquel acontecimiento; sin embargo, su representación en el belén nos ayuda a imaginar las escenas, estimula los afectos, invita a sentirnos implicados en la historia de la salvación, contemporáneos del acontecimiento que se hace vivo y actual en los más diversos contextos históricos y culturales.

De modo particular, el pesebre es desde su origen franciscano una invitación a “sentir”, a “tocar” la pobreza que el Hijo de Dios eligió para sí mismo en su encarnación. Y así, es implícitamente una llamada a seguirlo en el camino de la humildad, de la pobreza, del despojo, que desde la gruta de Belén conduce hasta la Cruz. Es una llamada a encontrarlo y servirlo con misericordia en los hermanos y hermanas más necesitados (cf. Mt 25,31-46).

4. Me gustaría ahora repasar los diversos signos del belén para comprender el significado que llevan consigo. En primer lugar, representamos el contexto del cielo estrellado en la oscuridad y el silencio de la noche. Lo hacemos así, no sólo por fidelidad a los relatos evangélicos, sino también por el significado que tiene. Pensemos en cuántas veces la noche envuelve nuestras vidas. Pues bien, incluso en esos instantes, Dios no nos deja solos, sino que se hace presente para responder a las preguntas decisivas sobre el sentido de nuestra existencia: ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? ¿Por qué nací en este momento? ¿Por qué amo? ¿Por qué sufro? ¿Por qué moriré? Para responder a estas preguntas, Dios se hizo hombre. Su cercanía trae luz donde hay oscuridad e ilumina a cuantos atraviesan las tinieblas del sufrimiento (cf. Lc 1,79).

Merecen también alguna mención los paisajes que forman parte del belén y que a menudo representan las ruinas de casas y palacios antiguos, que en algunos casos sustituyen a la gruta de Belén y se convierten en la estancia de la Sagrada Familia. Estas ruinas parecen estar inspiradas en la Leyenda Áurea del dominico Jacopo da Varazze (siglo XIII), donde se narra una creencia pagana según la cual el templo de la Paz en Roma se derrumbaría cuando una Virgen diera a luz. Esas ruinas son sobre todo el signo visible de la humanidad caída, de todo lo que está en ruinas, que está corrompido y deprimido. Este escenario dice que Jesús es la novedad en medio de un mundo viejo, y que ha venido a sanar y reconstruir, a devolverle a nuestra vida y al mundo su esplendor original.

5. ¡Cuánta emoción debería acompañarnos mientras colocamos en el belén las montañas, los riachuelos, las ovejas y los pastores! De esta manera recordamos, como lo habían anunciado los profetas, que toda la creación participa en la fiesta de la venida del Mesías. Los ángeles y la estrella son la señal de que también nosotros estamos llamados a ponernos en camino para llegar a la gruta y adorar al Señor.

Pesebre de Laura Cecilia.

«Vayamos, pues, a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha comunicado» (Lc 2,15), así dicen los pastores después del anuncio hecho por los ángeles. Es una enseñanza muy hermosa que se muestra en la sencillez de la descripción. A diferencia de tanta gente que pretende hacer otras mil cosas, los pastores se convierten en los primeros testigos de lo esencial, es decir, de la salvación que se les ofrece. Son los más humildes y los más pobres quienes saben acoger el acontecimiento de la encarnación. A Dios que viene a nuestro encuentro en el Niño Jesús, los pastores responden poniéndose en camino hacia Él, para un encuentro de amor y de agradable asombro. Este encuentro entre Dios y sus hijos, gracias a Jesús, es el que da vida precisamente a nuestra religión y constituye su singular belleza, y resplandece de una manera particular en el pesebre.

6. Tenemos la costumbre de poner en nuestros belenes muchas figuras simbólicas, sobre todo, las de mendigos y de gente que no conocen otra abundancia que la del corazón. Ellos también están cerca del Niño Jesús por derecho propio, sin que nadie pueda echarlos o alejarlos de una cuna tan improvisada que los pobres a su alrededor no desentonan en absoluto. De hecho, los pobres son los privilegiados de este misterio y, a menudo, aquellos que son más capaces de reconocer la presencia de Dios en medio de nosotros.

Los pobres y los sencillos en el Nacimiento recuerdan que Dios se hace hombre para aquellos que más sienten la necesidad de su amor y piden su cercanía. Jesús, «manso y humilde de corazón» (Mt 11,29), nació pobre, llevó una vida sencilla para enseñarnos a comprender lo esencial y a vivir de ello. Desde el belén emerge claramente el mensaje de que no podemos dejarnos engañar por la riqueza y por tantas propuestas efímeras de felicidad. El palacio de Herodes está al fondo, cerrado, sordo al anuncio de alegría. Al nacer en el pesebre, Dios mismo inicia la única revolución verdadera que da esperanza y dignidad a los desheredados, a los marginados: la revolución del amor, la revolución de la ternura. Desde el belén, Jesús proclama, con manso poder, la llamada a compartir con los últimos el camino hacia un mundo más humano y fraterno, donde nadie sea excluido ni marginado.

Con frecuencia a los niños —¡pero también a los adultos!— les encanta añadir otras figuras al belén que parecen no tener relación alguna con los relatos evangélicos. Y, sin embargo, esta imaginación pretende expresar que en este nuevo mundo inaugurado por Jesús hay espacio para todo lo que es humano y para toda criatura. Del pastor al herrero, del panadero a los músicos, de las mujeres que llevan jarras de agua a los niños que juegan…, todo esto representa la santidad cotidiana, la alegría de hacer de manera extraordinaria las cosas de todos los días, cuando Jesús comparte con nosotros su vida divina.

7. Poco a poco, el belén nos lleva a la gruta, donde encontramos las figuras de María y de José. María es una madre que contempla a su hijo y lo muestra a cuantos vienen a visitarlo. Su imagen hace pensar en el gran misterio que ha envuelto a esta joven cuando Dios ha llamado a la puerta de su corazón inmaculado. Ante el anuncio del ángel, que le pedía que fuera la madre de Dios, María respondió con obediencia plena y total. Sus palabras: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38), son para todos nosotros el testimonio del abandono en la fe a la voluntad de Dios. Con aquel “sí”, María se convertía en la madre del Hijo de Dios sin perder su virginidad, antes bien consagrándola gracias a Él. Vemos en ella a la Madre de Dios que no tiene a su Hijo sólo para sí misma, sino que pide a todos que obedezcan a su palabra y la pongan en práctica (cf. Jn 2,5).

Junto a María, en una actitud de protección del Niño y de su madre, está san José. Por lo general, se representa con el bastón en la mano y, a veces, también sosteniendo una lámpara. San José juega un papel muy importante en la vida de Jesús y de María. Él es el custodio que nunca se cansa de proteger a su familia. Cuando Dios le advirtió de la amenaza de Herodes, no dudó en ponerse en camino y emigrar a Egipto (cf. Mt 2,13-15). Y una vez pasado el peligro, trajo a la familia de vuelta a Nazaret, donde fue el primer educador de Jesús niño y adolescente. José llevaba en su corazón el gran misterio que envolvía a Jesús y a María su esposa, y como hombre justo confió siempre en la voluntad de Dios y la puso en práctica.

8. El corazón del pesebre comienza a palpitar cuando, en Navidad, colocamos la imagen del Niño Jesús. Dios se presenta así, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos. En la debilidad y en la fragilidad esconde su poder que todo lo crea y transforma. Parece imposible, pero es así: en Jesús, Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor, que se manifiesta en la sonrisa y en el tender sus manos hacia todos.

El nacimiento de un niño suscita alegría y asombro, porque nos pone ante el gran misterio de la vida. Viendo brillar los ojos de los jóvenes esposos ante su hijo recién nacido, entendemos los sentimientos de María y José que, mirando al niño Jesús, percibían la presencia de Dios en sus vidas.

«La Vida se hizo visible» (1Jn 1,2); así el apóstol Juan resume el misterio de la encarnación. El belén nos hace ver, nos hace tocar este acontecimiento único y extraordinario que ha cambiado el curso de la historia, y a partir del cual también se ordena la numeración de los años, antes y después del nacimiento de Cristo.

El modo de actuar de Dios casi aturde, porque parece imposible que Él renuncie a su gloria para hacerse hombre como nosotros. Qué sorpresa ver a Dios que asume nuestros propios comportamientos: duerme, toma la leche de su madre, llora y juega como todos los niños. Como siempre, Dios desconcierta, es impredecible, continuamente va más allá de nuestros esquemas. Así, pues, el pesebre, mientras nos muestra a Dios tal y como ha venido al mundo, nos invita a pensar en nuestra vida injertada en la de Dios; nos invita a ser discípulos suyos si queremos alcanzar el sentido último de la vida.

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9. Cuando se acerca la fiesta de la Epifanía, se colocan en el Nacimiento las tres figuras de los Reyes Magos. Observando la estrella, aquellos sabios y ricos señores de Oriente se habían puesto en camino hacia Belén para conocer a Jesús y ofrecerle dones: oro, incienso y mirra. También estos regalos tienen un significado alegórico: el oro honra la realeza de Jesús; el incienso su divinidad; la mirra su santa humanidad que conocerá la muerte y la sepultura.

Contemplando esta escena en el belén, estamos llamados a reflexionar sobre la responsabilidad que cada cristiano tiene de ser evangelizador. Cada uno de nosotros se hace portador de la Buena Noticia con los que encuentra, testimoniando con acciones concretas de misericordia la alegría de haber encontrado a Jesús y su amor.

Los Magos enseñan que se puede comenzar desde muy lejos para llegar a Cristo. Son hombres ricos, sabios extranjeros, sedientos de lo infinito, que parten para un largo y peligroso viaje que los lleva hasta Belén (cf. Mt 2,1-12). Una gran alegría los invade ante el Niño Rey. No se dejan escandalizar por la pobreza del ambiente; no dudan en ponerse de rodillas y adorarlo. Ante Él comprenden que Dios, igual que regula con soberana sabiduría el curso de las estrellas, guía el curso de la historia, abajando a los poderosos y exaltando a los humildes. Y ciertamente, llegados a su país, habrán contado este encuentro sorprendente con el Mesías, inaugurando el viaje del Evangelio entre las gentes.

10. Ante el belén, la mente va espontáneamente a cuando uno era niño y se esperaba con impaciencia el tiempo para empezar a construirlo. Estos recuerdos nos llevan a tomar nuevamente conciencia del gran don que se nos ha dado al transmitirnos la fe; y al mismo tiempo nos hacen sentir el deber y la alegría de transmitir a los hijos y a los nietos la misma experiencia. No es importante cómo se prepara el pesebre, puede ser siempre igual o modificarse cada año; lo que cuenta es que este hable a nuestra vida. En cualquier lugar y de cualquier manera, el belén habla del amor de Dios, el Dios que se ha hecho niño para decirnos lo cerca que está de todo ser humano, cualquiera que sea su condición.

Queridos hermanos y hermanas: El belén forma parte del dulce y exigente proceso de transmisión de la fe. Comenzando desde la infancia y luego en cada etapa de la vida, nos educa a contemplar a Jesús, a sentir el amor de Dios por nosotros, a sentir y creer que Dios está con nosotros y que nosotros estamos con Él, todos hijos y hermanos gracias a aquel Niño Hijo de Dios y de la Virgen María. Y a sentir que en esto está la felicidad. Que en la escuela de san Francisco abramos el corazón a esta gracia sencilla, dejemos que del asombro nazca una oración humilde: nuestro “gracias” a Dios, que ha querido compartir todo con nosotros para no dejarnos nunca solos.

1° de diciembre de 2019, FRANCISCO

Dado en Greccio, en el Santuario del Pesebre, 1° de diciembre de 2019.

[1] Tomás de Celano, Vida Primera, 84: Fuentes franciscanas (FF), n. 468.

[2] Cf. ibíd., 85: FF, n. 469.

[3] Ibíd., 86: FF, n. 470.

Mama Antula vuelve en el Tiempo

La obra de teatro sobre la vida de María Antonia de San José -que recorre el país en funciones peregrinas- será representada en Mar del Plata el 17 de diciembre, a beneficio de los misioneros del colegio Stella Maris. Entrevistamos a su autora, Patricia Gelabert, que a su vez protagoniza a Mama Antula.

Patricia, representando a Mama Antula en villa Silípica.

Hasta 2017 Patricia Gelabert era profesora universitaria de la Facultad de Ciencias Exactas de Tandil, pero algo pasó y decidió dejar sus clases en la facultad para dedicarse de lleno a difundir la vida y obra de Mama Antula a través de una obra de teatro itinerante escrita y protagonizada por ella, representada en diferentes escenarios de pueblos y ciudades de la Argentina. Ese “algo” que pasó es que conoció a Mama Antula. Y hoy su forma de misionar es dar a conocer su vida.

Mañana 17 de diciembre, junto a su grupo Teatro La Higuera de la parroquia del Santísimo Sacramento deTandil, Patricia representará «Mama Antula vuelve en el Tiempo» a las 18.30 en el Instituto Stella Maris Adoratrices, Mendoza 2323, en Mar del Plata.

Patricia y «Jesucito» Julio González, en la representación en Tandil en Semana Santa 2021. Detrás, la pintura «Jesús en el huerto de los Olivos», donada por una artista tandilense para sus puestas en escena.

“Personifico a La Beata desde 2017. Soy docente universitaria y dejé mi tarea para abocarme a la obra” comenta Patricia desde el wasap de su teléfono, por donde la entrevistamos.

Su tarea es ad honorem. La obra consta de 3 actores: ella como Mama Antula, Matías Malaspina como Juan Antonio (su acompañante de caminos) y Jesucito. Esta obra peregrina conlleva el espíritu de Mama Antula: Patricia viaja por el país en una combi donada, junto a su compañero de elenco, llevando ella misma los elementos de su austera puesta en escena.

Viernes 17/12 a las 18.30 en el Instituto Stella Maris Adoratrices Mendoza 2323 Mar del Plata, se representará la obra del Grupo de Teatro «La Higuera» de la parroquia Santísimo Sacramento de Tandil. Entrada: alimentos no perecederos.

“A los lugares donde voy trato de conseguir un lugar donde dormir, en la casa de alguien. Y para comer yo soy muy austera, aunque generalmente me convidan y me invitan. Siempre trato de llevar donaciones. Me acuerdo que cuando viajé a Silípica la combi estaba cargada de alimentos, de ropa. Llevo ya 27 representaciones y es un gran honor para mí, me siento muy halagada, esta es mi misión”. Hablamos “por wasap” con Patricia y su dulce voz podría ser perfectamente la voz de Mama Antula, un poco afónica de tanto trajinar, con expresiones justas y mucha fe en sus palabras. 

Patricia consiguió ella misma los elementos que se utilizan en la obra: réplicas de El Manuelito, de La Abadesa -Nuestra Señora de los Dolores-, de El Nazareno, de la Eucaristía, del Estandarte y del carrito, gracias a donaciones de su parroquia y obras de artistas de Tandil, como una lámina muy bella que evoca a Jesús en el Huerto de los Olivos que utiliza cuando la representa en teatros. En villa Silípica -la tierra natal de Mama Antula- la representó a cielo abierto.

Patricia en la Santa Casa de Buenos Aires, entrevistada por Tito Garabal cuando recibió la distinción como «Misionera y cultura de la paz, siguiendo a la primera misionera argentina: Mama Antula» dice el diploma otorgado por el I.A.N.C.A.

En cada lugar donde representa la obra de teatro “pide prestado” un bailarín -que representa a Jesucito- porque en un momento de la obra Mama Antula baila la chacarera con Jesús: “Jesucito es un personaje que lo tomo en cada zona donde voy. Dentro del libreto Jesucito ingresa en dos momentos clave de la teatralización: para bailar dos chacareras con La Beata. Así que cuando la representé en Santiago del Estero se me complicó un poco porque ¡pedí un bailarín y aparecieron 20! ¡Es que todos querían bailar una chacarera con la Mama Antula!” comenta riendo.

El huracán Mama Antula

No es novedad que cuando las personas conocen a Mama Antula quedan fascinadas con su vida. Fue el caso de Patricia, que además de ser maestra bilingüe y profesora de Matemáticas trabajó durante 10 años en la compañía de teatro de Pepe Cibrián. “Mi experiencia teatral la traigo desde allí junto a Ana María Campoy, con quien tuve el placer de trabajar, conocerla y disfrutarla”.

Patricia junto a Cintia Suárez, biógrafa de Mama Antula y autora de numerosos libros sobre su vida y obra.

Qué significa el «vuelve en el Tiempo» del título de la obra?

-Mama Antula vuelve en el tiempo porque la obra trata de que ella sueña que vuelve a su Tierra santiagueña, como en un letargo de Amor profundo. Y durante la obra va recordando toda su tarea de Espiritualidad por todo el territorio del Virreinato. Ella va rememorando su pasado y cuenta toda su historia. 

-¿Cómo conociste a Mama Antula?

-El 8 de diciembre de 2017, cuando estaba preparando la Misa en el anfiteatro municipal Martín Fierro de Tandil, porque soy Ministra de la Eucaristía. En eso estaba cuando encontré una estampita de La Beata que daba vueltas por el escenario. Yo hasta ese momento no la conocía a Mama Antula, y la estampita daba vueltas por el aire y cayó a mis pies. Yo la levanté, la acomodé en una sillita, pero la estampita siguió dando vueltas por el aire y volvió a caer en mis pies, y no sabía por qué. La volví a levantar, la volví a acomodar en una sillita, hasta que a la tercer vez -que no es arbitrario la tercer vez, siempre el número 3 es muy importante para la espiritualidad- cayó en mis manos, la agarré y leí: “María Antonia de Paz y Figueroa, ruega por nosotros”. Comencé a leer su vida y me sentí absolutamente atraída por su historia. Se la mostré al Padre Raúl Troncoso, al Padre Marco Picaroni en ese momento, y me dijeron sí, es una gran mujer santiagueña. 

Junto al Mausoleo de La Beata en el Santuario Mama Antula, Basílica de La Piedad.

-¿En qué aspecto te identificaste con Mama Antula?

-Es que por todo lo que he leído y todo lo que he trabajado acerca de la figura de Mama Antula advertí que su personalidad es muy parecida a mí en muchas cosas. Cada vez que iba a hacer los Ejercicios Espirituales en Capital Federal la gente de la Santa Casa, Damián Abregú y hasta el obispo Ernesto Giobando me prestaron material de lectura sobre Mama Antula. Y mientras leía iba descubriendo que era muy parecida a mí en muchos aspectos. Yo soy una mujer fuerte a pesar de que soy muy dulce, pero soy fuerte en el sentido de que he pasado cosas muy difíciles, entre ellas la muerte de mi hijo. Y hubo una frase clave de La Beata que dice: “Todo lo puedo en Aquel que me da fuerzas”. Y yo sé que Dios me da fuerzas para seguir, y así fue, continué toda mi trayectoria junto a Mama Antula. Caminamos juntas, la abracé y dije: Yo puedo e iré a los lugares para que la conozcan. Y comencé con esto.

Patricia y la combi donada de la obra.

-¿Cuándo comenzaste?

-Cuando apareció una persona en la parroquia del Santísimo Sacramento (de Tandil) que donó una combi. Y ahí yo dije: este es el comienzo. Hablé con Cultura, moví cielo y tierra y logré que Cultura de Tandil me pagara los viáticos para poder hacer los viajes y representar la obra por diferentes lugares.

-¿Por qué y para qué escribiste esta obra de teatro?

-Escribí esta obra para mostrar el rostro de Jesús a través de Mama Antula. La escribí con el asesoramiento de nuestro Párroco Marcos Picaroni y de Raúl Troncoso desde la Parroquia Santísimo Sacramento de Tandil. Y utilizamos también bibliografía del obispado de Azul.

Representación en la Santa Casa: Patricia y Matías Malaspina interpretando al peregrino Juan Antonio, con el carrito de La Beata.

“Mama Antula vuelve en el tiempo” ya ha sido representada en San Luis, Santiago del Estero, villa Silipica, Buenos Aires Capital, Berisso, Ensenada, Luján, villa Cura Brochero, y seguirá peregrinando por los caminos de la Argentina para llegar hasta donde Dios no sea conocido, para darlo a conocer.

Obra de teatro itinerante MAMA ANTULA VUELVE EN EL TIEMPO
Autora: 
Patricia Mónica Gelabert 
Protagonistas: 
Mama Antula: Patricia Gelabert 
Juan Antonio: Matías Malaspina
Jesucito: personaje itinerante