Mama Antula en la Iglesia de Montserrat

Gran Misa y celebración patria en el día de la entronización de una imagen y reliquia de Mama Antula en la Iglesia Nuestra Señora de Montserrat, un antiquísimo templo de la Ciudad de Buenos Aires que es Monumento Histórico Nacional (1750) y al que la Beata solía asistir a oír Misa.

Mama Antula delante del imponente retablo virreinal de la Iglesia de Montserrat, coronado en lo alto con una imagen de Cristo Resucitado

El 25 de mayo celebramos el Día de la Patria y de la entronización de una imagen y una reliquia de Mama Antula en la Iglesia de Montserrat con mucha emoción, alegría y la música de la Orquesta de la Policía Federal Argentina 

Himno a la Bandera Nacional, interpretado por la orquesta de la Policía Federal Argentina, en las puertas de la Iglesia de Montserrat

Mientras en las puertas del templo la música convocaba a las familias del barrio adentro nos esperaba la nueva imagen de Mama Antula engalanada con la bandera de su Santiago del Estero natal, justo debajo de la imagen de Santa Inés.

 Antes de iniciar Misa presidida por Mons. Ernesto Giobando, la comunidad parroquial dió la bienvenida a los presentes con estas palabras:

El Párroco Martín Panatti, la Lic Graciela Ojea de Río, Mons. Ernesto Giiobando y Mama Antula antes de bendecir la nueva imagen.

“Este día de la Patria, 25 de mayo de 2022, es un día de Gracia que quedará para siempre en la memoria de nuestra historia como comunidad parroquial. Hoy damos gracias por nuestra patria y pedimos al Dios de la vida nos conserve en la fe en la esperanza y en el amor fraterno, que nos devuelva el diálogo a nuestra patria; una patria grande donde se vivan por sobre todas las cosas los valores del Evangelio que vivieron nuestros próceres y quienes la construyeron … Durante estos días, en un triduo de oración en preparación para esta fiesta, hemos contemplado a la Beata María Antonia de San José como una mujer fuerte que, apoyada en la Cruz como báculo, hizo de su vida una entrega a Dios sin descanso ni pausa; caminando descalza los extensos territorios de tiempos del virreinato ayudando a los pobres, catequizando y sobre todo organizando las tandas de Ejercicios Espirituales ignacianos. Sabemos que en ésta, nuestra parroquia de Montserrat, estuvo en los primeros tiempos cuando llegó por estas tierras. Montserrat, nuestro barrio, fue testigo de sus andanzas, desvelos y misión. Hoy al entronizar su imagen le imploramos por nuestra patria, sus gobernantes y cada uno de sus habitantes”.

«Con el rostro de Jesús como una guía, quisiera de tu mano por siempre caminar»

Luego, la Licenciada Graciela Ojea de Río realizó una introducción acerca de la importancia de la entronización de la imagen de la próxima santa argentina en en este histórico templo de Montserrat: “María Antonia, evangelizadora, la Beata que llevó adelante los Ejercicios Espirituales ignacianos cuando los jesuitas habían sido expulsados de América, llegó a la ciudad de Buenos Aires al muy poquito tiempo de la creación del virreinato, en 1779. Mama Antula evangelizó por estas calles justamente hasta el año 1799 que fue el año en que falleció. En esa época, para evangelizar, María Antonia necesitaba casas propicias para recibir a los ejercitantes. Y le costó mucho trabajo conseguirlas, porque tenían que ser casas grandes y cómodas, para albergar a la cantidad de personas que recibía para que hicieran los ejercicios. 

La primera casa que consiguió María Antonia estaba cerca de la Iglesia de San Miguel. Pero le resultó muy pequeña. Y después de mucho buscar encontró aquí, en el barrio de Montserrat, una casa adecuada, que estaba a pocos metros de este templo parroquial. 

Ojea de Rio: «Es aquí, por esta zona, por estas calles, donde María Antonia iba a escuchar Misa? desde 1784 hasta 1794, o sea que estuvo 10 años peregrinando en Buenos Aires desde este barriio de Montserrat. Luego de 1784 consiguió autorización para construir una Casa de Ejercicios, que es la que ustedes conocen que está en la Av. Independencia y Salta. 
Para la comunidad de Montserrat, y para todos, es una gracia muy especial tener a Mama Antula esté aquí entre nosotros nuevamente».

María Antonia vuelve a Montserrat no solamente como un recuerdo de su paso, sino para indicarnos lo que debemos hacer en el futuro; seguir evangelizando como ella, formando una patria de hermanos con valores cristianos. María Antonia seguirá caminando en Montserrat pero eso dependerá de nosotros, de nuestra respuesta, tenemos que responder como buenos cristianos y buenos argentinos. Yo creo que eso es lo que espera la Madre Antula y eso es lo que nosotros le brindaremos”. 

Graciela Ojea de Río

A continuación Mons. Giobando bendijo “la nueva y noble imagen de la Beata María Antonia de San José”, afirmando que “La Madre Iglesia al disponer a la pública veneración las imágenes de nuestros santos, que han seguido a Cristo con humildad, espera de nosotros, sobretodo, que al contemplarlas juzguemos? la Ciudad Futura, y al mismo tiempo aprendamos cuál es el camino para llegar a la santidad, a la plena unión con Cristo. Los Beatos y Santos son amigos de Jesucristo y también hermanos de los santos, nos asisten, están en comunicación solícitamente por nosotros”.

Mons. Giobando dando la homilía. Detrás, en el altar, la imagen de San Ignacio de Loyola y la Bandera Argentina.

En la homilía, Mons. Giobando definió qué son los Ejercicios Espirituales ignacianos, a los que Mama Antula dedicó su vida para que siguieran difundiéndose entre el pueblo colonial después de que los jesuitas fueron expulsados de América. “Los Ejercicios Espirituales son un momento de encuentro para la alabanza a Dios, para que alabemos juntos al Señor. San Ignacio dice al comienzo de los Ejercicios: El hombre es creado para alabar a Dios, y ésto lo meditó nuestra querida Beata. Pero la alabanza a Dios también implica el servicio, no es sólo la alabanza sino también ponerse en camino en el servicio a los demás. Y Dios le dió esa agracia a la Mama Antula: poder ocuparse de la alabanza de los más pequeños hasta los más grandes, desde los que estaban en el gobierno virreinal hasta los más alejados, en ese lugar de encuentro que fue la Santa Casa donde los varones y las mujeres más nobles de esta ciudad servían, ¡servían la mesa de las tandas de Ejercitantes! En la Santa Casa todos nos hacemos iguales. No hay categorías. Porque allí la posibilidad de encontrarnos con el Señor, y para el Señor todos somos hermanos. Es un punto muy central de la obra de Mama Antula: alabanza y servicio a Dios” dijo Mons. Giobando escoltado por la imagen de San Ignacio que se encuentra en el altar a los pies de la Virgen de Montserrat.

“Fue en Montserrat cuando San Ignacio de Loyola, hace 500 años comienza su conversión. Siente que Dios le pide que cambie su vida, y empieza a caminar y se va a Montserrat vestido de caballero, y allí pasa toda la noche en oración. Le deja su espada como ofrenda a la Virgen, le entrega sus ricos vestidos a un pobre y se pone el sayal del peregrino. Y comienza en Montserrat su peregrinación. Por eso Montserrat para San Ignacio, para los Jesuitas y para Mama Antula es una esperanza? de los momentos claves para el camino como peregrinos. Y Mama Antula fue una peregrina vestida con un hábito Jesuita, sin sandalias, con un bastón y con el librito de los Ejercicios Espirituales». 

Mons. Ernesto Giobando

Luego de la Misa, la orquesta de la Policía Federal interpretó el Himno Nacional Argentino, y musicalizó también el momento de la breve procesión con la imagen de Mama Antula hasta su nuevo altar, junto al antiguo retablo colonial de Santa Gertrudis -vidente del Sagrado Corazón de Jesús, patrona de los místicos y de los escritores católicos-, Santa Lucía y San Judas Tadeo. 

A la izquierda de la hornacina donde fue entronizada de Mama Antula, este antiguo altar con Santa Lucía, Santa Gertrudis -centro- y San Judas Tadeo

Después de rezar juntos la Oración por la Patria a los pies de la nueva imagen de Mama Antula en Montserrat, los presentes tomaron gracia de la reliquia -un pedacito de hueso de María Antonia- y como si fuera una madre todos se acercaron a sacarse una foto. “Mama Antula es Madre, y es Madre de la Patria porque aquí forjó en la fe muchos corazones desde antes de que la Argentina existiera como país”. 

Mama Antula fue entronizada en una hornacina frente a la Virgen del Pilar.

GALERÍA DE FOTOS EN ESTE LINK

Misa completa:

https://fb.watch/dh4cwD–nk/

Mama Antula, en los cimientos de la Patria

Continúan las actividades antulianas en el Mes de la Patria: aniversario del hallazgo de sus restos, entronización de imagen y reliquia en una de las Iglesias más antiguas de Buenos Aires y chocolate caliente en su tierra natal, villa Silípica.

Este 25 de mayo, en un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, los devotos de María Antonia de San José seguimos celebrando a la Patria y a nuestra Madre de la Patria. Mama Antula es llamada así porque su espiritualidad y compromiso en la tarea social en la época de la colonia la ubica como germen y comienzo de la identidad y sentimientos patrios. Los Ejercicios Espirituales que las autoridades virreinales y los protagonistas de la gesta de mayo de 1810 realizaron en la Santa Casa forjaron el temple cristiano de esos próceres. Cornelio Saavedra, antes de ser el Presidente del primer gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata, fue un gran colaborador las gestiones para construir la Santa Casa (carta 91).

También celebramos los 155 años del hallazgo de sus reliquias. Quiso la providencia que un 25 de mayo de 1867 fueran encontrados los restos mortales de la Beata María Antonia de San José, mientras se realizaba la ampliación de la Basílica de La Piedad, en la zona del camposanto donde había sido sepultada en 1799, en tierra y sin cajón, tal como había sido su voluntad. El hallazgo se produjo bajo la presidencia de Bartolomé Mitre, cuando el coronel Dr. Marcos Paz -descendiente colateral de Mama Antula- era vicepresidente en ejercicio del Poder Ejecutivo Nacional.

Traslado de los restos de Mama Antula a su actual Mausoleo en la Basílica de la Piedad en 1910. El hallazgo del cuerpo de Mama Antula fue milagroso. Los obreros habían estado días rastrillando el terreno sin encontrarla hasta que en un momento apareció una niña vestida de blanco que les indicó el lugar exacto en el que se encontraba el cuerpo de La Beata. Efectivamente se constató que se trataba del cuerpo de Mama Antula por los signos que presentaba: allí estaba el Rosario de Madera con una Cruz de madera de Olivo de Jerusalén y un leño de madera de Ñandubay -que no se deteriora con el tiempo- que colocaron para que reposara su cabeza. Enseguida obreros y personal de la Iglesia buscaron a la niña vestida de blanco infructuosamente, porque así como se había aparecido señalando el lugar, después desapareció misteriosamente. 
Reliquia de La Beata que será entronizada en la Iglesia de Montserrat el 25 de mayo de 2022.

Un motivo de fiesta y de encuentro en este 25 de mayo será la entronización de una imagen y una reliquia de María Antonia de San José en la Iglesia de Montserrat, una de las más antiguas de Buenos Aires. En la Misa a las 18 horas presidida por Mons. Ernesto Giobando rezaremos por la paz en nuestra querida patria y por la inminente canonización. Con esta entronización se suma una nueva locación a nuestro mapa de las devociones antulianas, que podés ver en este link: https://mamaantula.com/geolocalizacion-de-la-devocion/

Este año continúa el tradicional chocolate caliente que cada 25 de mayo desde hace 30 años se convida en el Templete de Mama Antula en villa Silípica. La familia Ledesma nuevamente estará al servicio de chicos y grandes de esa zona de Santiago del Estero donde celebrarán dulcemente a la patria y a la Madre de la Patria en su tierra natal, con Misa y mesa compartida.

Mama Antula en el mes de la patria

En el mes de mayo la Santa Casa de Ejercicios Espirituales -Monumento Histórico Nacional- abre sus puertas nuevamente para recibir a todas las personas que quieran realizar Ejercicios gratuitos el Sábado 7 y la Visita guiada el Domingo 8 -día de la Virgen de Luján-. Además todos los Domingos a las 18 se celebra la Santa Misa en la capilla del Divino Salvador, ingresando por Salta 870.

La Virgen de Luján (1630), Mama Antula (1730) y San Cayetano (advocación traída a estas tierras por Mama Antula), en el Santuario de San Cayetano de Liniers.

Mayo es un buen momento del año para conocer la Santa Casa de Ejercicios Espirituales fundada por María Antonia de San José en 1795, en el marco del mes de la Patria, y recorrer la historia de este patrimonio histórico nacional donde realizaron los Ejercicios Ignacianos los padres de la Patria. “En este lugar hicieron retiros espirituales la mayoría de las personas que después se destacaron a partir de 1810, como Miguel de Azcuénaga -miembro de la Primera Junta, que fue quien firmó los planos de la Santa Casa como miembro del Cabildo de Buenos Aires-; o Cornelio Saavedra que fue uno de sus primeros administradores (puede leerse una carta de Saavedra a Mama Antula en este link); el virrey Santiago de Liniers era un asiduo asistente a la Santa Casa; y el canónigo Manuel Alberti, miembro de la Primera Junta” comenta la historiadora Graciela Ojea de Río, guía de las tradicionales visitas guiadas de cada primer domingo de cada mes. En mayo la visita se realizará el Domingo 8, día de la Virgen de Luján, llamada “Madre de la Patria”, al igual que Mama Antula. 

Mama Antula y la Virgen de Luján son figuras portadoras de valores que nos identifican como pueblo. Vienen evangelizando a los habitantes de esta tierra -con predilección por los más pobres y excluidos- desde que nuestro territorio formaba parte del virreinato del Perú, forjando ambas el sentir criollo previo a la creación de nuestro país como Estado moderno. A sus prodigiosas existencias -espiritual en el caso de la Virgen y real en el de Mama Antula- las distancian tan solo 100 años de historia.

Recreación de «el milagro de las carretas» en el Santuario de San Cayetano de Liniers. La Virgen de Sumampa en la carreta, la Virgen de Luján «decide» quedarse en tierra bonaerense.

Fue en 1630 (Mama Antula nació en 1730) cuando una imagen de la Virgen ingresó al Puerto de Buenos Aires desde Pernambuco junto a otra imagen de una Virgen Madre, con destino a Santiago del Estero. Ya en carretas rumbo a las tierras de Mama Antula la Virgen “decidió” quedarse en la zona de Zelaya, en las afueras de Luján, donde ocurrió “el milagro de las carretas”: luego de una parada para descansar y seguir viaje los bueyes se negaban a avanzar si la Virgen estaba en la carreta, y solo avanzaban cuando apoyaban a la Virgen en tierra. Finalmente quedó la imagen en Luján y la carreta pudo seguir viaje cargando la otra Virgencita hasta el sur de Santiago del Estero, donde se popularizó su culto como Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa. 

Un siglo y medio después, en septiembre de 1779, Mama Antula rezó frente a Virgen de Luján en su peregrinar a pie desde Santiago del Estero hacia Buenos Aires cuando pasó por “la posta Luján” , parada obligada en aquellos tiempos coloniales de largos y polvorientos viajes en mula y carretas. Viaje que Mama Antula realizó caminando descalza. Así consta en los anales de la Basílica de Luján.

Copias de las actas de la Basílica de Luján de 1779, donde consta que «la Beata de los Ejercicios» pasó por la Basílica. (Del libro «Tras las huellas de Mama Antula», del Arq. Jorge Bayá Casal -en prensa-).

A tono con las fiestas patrias, el 5 de mayo se conmemorará el Día del Gaucho Peregrino con una Misa en la Basílica de la Madre de la Patria. Los gauchos peregrinos han nombrado a Mama Antula patrona de la Consagración de los Gauchos de Güemes al Corazón de la Virgen, cuyo lanzamiento se realizó en el Festival de Jesús María (Córdoba) en enero pasado.

El Dr. Fernando García Bes, en representación de los Gauchos Peregrinos de Güemes en La Noche de Los Templos 2021 en la capilla del Divino Salvador de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, anunciando el madrinazgo de Mama Antula.

Los Gauchos Peregrinos continúan convocando a los Centros Tradicionalistas y Agrupaciones gauchas de todo el país a sumarse a la consagración al Inmaculado Corazón de María que se realizará en Luján el 5 de mayo del año jubilar del 2025 con el madrinazgo de Mama Antula, en comunión con el espíritu de pobreza y de entrega del General Martín Miguel de Güemes en la lucha criolla por la consolidación de nuestro querido país.

Los esperamos el Sábado 7 de mayo a las 13,30 a la Tarde de Ejercicios Espirituales, llevar Biblia y lápiz y papel. Y el Domingo 8 de mayo a la Visita Guiada a la Santa Casa a las 16 horas.

Vía Crucis del Nazareno de Mama Antula

La imagen del Nazareno de Mama Antula sale en procesión junto al pueblo de la ciudad de Buenos Aires en el Vía Crucis de cada Viernes Santo desde el año 1786.

El Nazareno de la Santa Casa, en el Vía Crucis de la Ciudad de 2019.

“… Al verlo, se tapan la cara de pavor porque, a la verdad, no han visto cosa más perfecta y de devoción, pues empiezan a llorar luego que lo miran. Es de estatura de un hombre cabal y está en acción de caminar, no está agachado; está con una cruz redonda con nudos… saldrá con licencia del Virrey”, así describe Mama Antula el efecto que producía -y produce- El Nazareno de la Santa Casa en el Vía Crucis de la época colonial, en una carta al Padre Gaspar Juárez (jesuita exiliado en Roma) en 1786.

El Señor de la Aspiración, el Nazareno más antiguo de la Santa Casa, donado por don Rosendo Rico en 1785.

Es una tradición de más de 200 años que El Nazareno de la Santa Casa salga en procesión en Semana Santa por Buenos Aires, provocando “gran ternura y compasión”, asombro y admiración a su paso. En la época de Mama Antula participaba del Vía Crucis junto a los Nazarenos «de toda la clerecía» -Iglesias y conventos de la colonia- que por entonces salían a las calles con sus respectivos Cristos camino del calvario, vírgenes dolorosas y santos, para formar parte de multitudinarias procesiones.

El Nazareno saliendo de la Santa Casa rumbo al Vía Crucis de la Ciudad, año 2019.

Mama Antula organizaba la salida del Nazareno desde antes de que existiera la Santa Casa. Primeramente con el Nazareno más antiguo: el Cristo de la Aspiración, donado en 1785 por Don Rosendo Rico, un español que vivía en el Alto Perú. Mama Antula le pide en la citada carta al Padre Gaspar Juárez indulgencias para quienes lo veneren.:

«Quisiera que mande indulgencias, pues [el Cristo de la Aspiración] lleva las atenciones de todo el pueblo; está trabajado en el Cuzco. El que me lo mandó fue un caballero, que fue para arriba con un empleo del Rey, llamado Don Rosendo Rico, que ya es difunto. Yo lo recibí por el mes de septiembre a 19, y a 4 de octubre murió, que según muestras, el Señor le pagaba la obra que hizo en dármelo”. 

Mama Antula, carta 32 al Padre Juárez

Mama Antula sacó por primera vez al Señor de la Aspiración en procesión en 1786 desde el solar donde por entonces organizaba los Ejercicios Espirituales, que quedaba detrás de la parroquia Nuestra Señora de Monserrat.

Señor de la Aspiración, el Nazareno más antiguo de la Santa Casa, hoy en la capilla del Sagrado Corazón. Está de pie, a diferencia del Nazareno genuflexo que actualmente sale en los Vía Crucis, con la rodilla levemente flexionada. Ambas son imágenes de vestir cuzqueñas de fines del 1700.

Al fundarse la Santa Casa en 1794 el Nazareno pasó a ocupar un espacio del Oratorio cuya ventana da a la Avenida Independencia 1150 -oratorio que se mantiene intacto- de manera que al abrir la ventana los vecinos de antaño podían venerar y rezarle desde la vereda.

El Nazareno con el gesto de la genuflexión -con una rodilla levemente flexionada- fue restaurado en 2018. Aquí, listo para salir en procesión al Vía Crucis de la Ciudad.

Ambos Nazarenos son de imágenes de vestir realizadas en Cuzco a fines del 1700, de impactante dramatismo. Tienen proporciones humanas y sus ropajes son rojos -el color de La Pasión-. Sus ojos son de vidrio; sus lágrimas, transparentes y sus cabellos son naturales. Los rostros están iluminados por las tres potencias de plata repujada que salen de la coronilla, a modo de halo santo. La técnica del repujado de metales es una forma de cincelado creada por los artesanos del Imperio Inca y que continuó practicándose en el virreinato del Perú. La Corona de espinas está realizada con espinas aplicadas en sogas, al igual que la original Corona de Cristo. 

En la época del virreinato la Semana Santa era la fiesta más popular, de la que participaban las diferentes Órdenes religiosas de entonces, compitiendo por quién congregaba más fieles (leer más en este link). Iluminados por velas, esos Vía Crucis coloniales eran verdaderos espectáculos que paralizaban la ciudad de Buenos Aires, a la que llegaban cientos de personas de los aledaños para presenciarlos. Afín al espíritu antuliano, todo el pueblo se unía en las calles con sus vestidos de domingo para caminar y rezar juntos durante horas: cabildantes y autoridades, patricios, nobles, campesinos, mercaderes y esclavos unidos por la fe. 

En la antigüedad los Nazarenos de iglesias y conventos peregrinaban rodeados de cientos de fieles hasta la Plaza de La Victoria -actual Plaza de Mayo- y luego  quedaban en exhibición en las galerías del Cabildo -donde estaba la cárcel- durante toda la Semana Santa, para que Cristo camino del calvario pudiera ser venerado tanto por los presos como por la gente de a pie, incluidos los próceres de la Patria. 

El Nazareno de Mama Antula, tan antiguo como el Cabildo.

Al Nazareno “no lo tengo en ninguna iglesia de afuera, sino en mi oratorio; dos jueves de éstos lo he sacado a la calle; pero ha sido la admiración de todo el público, desde el Virrey hasta el más mínimo”

-Comenta Mama Antula en la carta 55 enviada al Padre Juárez

Por entonces El Nazareno no salía solo en peregrinación. Lo acompañaban otras imágenes de hondo dramatismo que hoy en día siguen estando en la Santa Casa, cuyas expresiones de súplica y dolor producían muchísima empatía y conversiones, y eran exhibidos en diferentes lugares de la ciudad.

Facsímil de una edición de Caras y Caretas del año 1901. El Señor de la Humildad y la Paciencia representa a Cristo antes de iniciar el camino del Calvario, ya flagelado y coronado, esperando su última peregrinación hacia La Cruz.  Era exhibido en la esquina de la Iglesia de La Merced, en las calles Piedad y Reconquista, actualmente Perón y Reconquista. Se conserva en la Santa Casa.

El Cristo de la Aspiración puede contemplarse actualmente en la capilla del Sagrado Corazón de la Santa Casa. Es un Cristo de pie, llamado de la aspiración porque sus labios están entreabiertos; mira para arriba con un gesto de falta de aire, como pidiendo fuerzas.  En la época colonial era colocado frente a la Iglesia de San Ignacio, una de las más antiguas de Buenos Aires.

La imagen del Cristo y el pecador arrepentido también era sacada a las calles en Semana Santa. En la época de Rosas la llevaban en andas hasta la Plaza de la Victoria -actual Plaza de Mayo- y se le ponía el nombre de algún enemigo de El Restaurador, y la divisa punzó. 

En el año del Bicentenario de la Argentina -2010- el Nazareno de Mama Antula estuvo en exhibición en los jardines del Arzobispado de Buenos Aires -contiguos a la Catedral Metropolitana-. En la actualidad permanece en el Oratorio de la Santa Casa, impecable, luego de que un grupo de devotos realizara una exhaustiva restauración para el vía Crucis de la Ciudad del año 2018. Desde 2019 permanece allí y el próximo viernes santo volverá a caminar junto al pueblo de la ciudad de Buenos Aires luego de dos años de aislamiento por pandemia.

El Nazareno de Mama Antula frente a la Casa de Gobierno en el Vía Crucis de la Ciudad de 2019
Martes Santo. Luisa Sánchez Sorondo acicala a El Nazareno para salir al Vía Crucis de la Ciudad luego de dos años de aislamiento por la pandemia.

Consagración de Ucrania y Rusia al Corazón de María

«Tu corazón inmaculado es un refugio para la Iglesia y para la humanidad». En el Día de la Anunciación nos unimos al Papa Francisco que hoy consagra a los pueblos de Ucrania y Rusia al Inmaculado Corazón de María, rogando por el fin de la guerra

Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra, nosotros, en esta hora de tribulación, recurrimos a ti. Tú eres nuestra Madre, nos amas y nos conoces, nada de lo que nos preocupa se te oculta. Madre de misericordia, muchas veces hemos experimentado tu ternura providente, tu presencia que nos devuelve la paz, porque tú siempre nos llevas a Jesús, Príncipe de la paz. Nosotros hemos perdido la senda de la paz. Hemos olvidado la lección de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de millones de caídos en las guerras mundiales. Hemos desatendido los compromisos asumidos como Comunidad de Naciones y estamos traicionando los sueños de paz de los pueblos y las esperanzas de los jóvenes. Nos hemos enfermado de avidez, nos hemos encerrado en intereses nacionalistas, nos hemos dejado endurecer por la indiferencia y paralizar por el egoísmo. Hemos preferido ignorar a Dios, convivir con nuestras falsedades, alimentar la agresividad, suprimir vidas y acumular armas, olvidándonos de que somos custodios de nuestro prójimo y de nuestra casa común. Hemos destrozado con la guerra el jardín de la tierra, hemos herido con el pecado el corazón de nuestro Padre, que nos quiere hermanos y hermanas. Nos hemos vuelto indiferentes a todos y a todo, menos a nosotros mismos. Y con vergüenza decimos: perdónanos, Señor. En la miseria del pecado, en nuestros cansancios y fragilidades, en el misterio de la iniquidad del mal y de la guerra, tú, Madre Santa, nos recuerdas que Dios no nos abandona, sino que continúa mirándonos con amor, deseoso de perdonarnos y levantarnos de nuevo. Es Él quien te ha entregado a nosotros y ha puesto en tu Corazón inmaculado un refugio para la Iglesia y para la humanidad. Por su bondad divina estás con nosotros, e incluso en las vicisitudes más adversas de la historia nos conduces con ternura. Por eso recurrimos a ti, llamamos a la puerta de tu Corazón, nosotros, tus hijos queridos que no te cansas jamás de visitar e invitar a la conversión. En esta hora oscura, ven a socorrernos y consolarnos. Repite a cada uno de nosotros: “¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”. Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo. Ponemos nuestra confianza en ti. Estamos seguros de que tú, sobre todo en estos momentos de prueba, no desprecias nuestras súplicas y acudes en nuestro auxilio. Así lo hiciste en Caná de Galilea, cuando apresuraste la hora de la intervención de Jesús e introdujiste su primer signo en el mundo. Cuando la fiesta se había convertido en tristeza le dijiste: «No tienen vino» (Jn 2,3). Repíteselo otra vez a Dios, oh Madre, porque hoy hemos terminado el vino de la esperanza, se ha desvanecido la alegría, se ha aguado la fraternidad. Hemos perdido la humanidad, hemos estropeado la paz. Nos hemos vuelto capaces de todo tipo de violencia y destrucción. Necesitamos urgentemente tu ayuda materna. Acoge, oh Madre, nuestra súplica.

Tú, estrella del mar, no nos dejes naufragar en la tormenta de la guerra.

Tú, arca de la nueva alianza, inspira proyectos y caminos de reconciliación.

Tú, “tierra del Cielo”, vuelve a traer la armonía de Dios al mundo. Extingue el odio, aplaca la venganza, enséñanos a perdonar.

Líbranos de la guerra, preserva al mundo de la amenaza nuclear.

Reina del Rosario, despierta en nosotros la necesidad de orar y de amar.

Reina de la familia humana, muestra a los pueblos la senda de la fraternidad.

Reina de la paz, obtén para el mundo la paz.

Que tu llanto, oh Madre, conmueva nuestros corazones endurecidos. Que las lágrimas que has derramado por nosotros hagan florecer este valle que nuestro odio ha secado. Y mientras el ruido de las armas no enmudece, que tu oración nos disponga a la paz.

Que tus manos maternas acaricien a los que sufren y huyen bajo el peso de las bombas. Que tu abrazo materno consuele a los que se ven obligados a dejar sus hogares y su país. Que tu Corazón afligido nos mueva a la compasión, nos impulse a abrir puertas y a hacernos cargo de la humanidad herida y descartada.

Santa Madre de Dios, mientras estabas al pie de la cruz, Jesús, viendo al discípulo junto a ti, te dijo: «Ahí tienes a tu hijo» (Jn 19,26), y así nos encomendó a ti. Después dijo al discípulo, a cada uno de nosotros: «Ahí tienes a tu madre» (v. 27). Madre, queremos acogerte ahora en nuestra vida y en nuestra historia. En esta hora la humanidad, agotada y abrumada, está contigo al pie de la cruz. Y necesita encomendarse a ti, consagrarse a Cristo a través de ti.

El pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que te veneran con amor, recurren a ti, mientras tu Corazón palpita por ellos y por todos los pueblos diezmados a causa de la guerra, el hambre, las injusticias y la miseria. Por eso, Madre de Dios y nuestra, nosotros solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania. Acoge este acto nuestro que realizamos con confianza y amor, haz que cese la guerra, provee al mundo de paz. El “sí” que brotó de tu Corazón abrió las puertas de la historia al Príncipe de la paz; confiamos que, por medio de tu Corazón, la paz llegará. A ti, pues, te consagramos el futuro de toda la familia humana, las necesidades y las aspiraciones de los pueblos, las angustias y las esperanzas del mundo.

Que a través de ti la divina Misericordia se derrame sobre la tierra, y el dulce latido de la paz vuelva a marcar nuestras jornadas. Mujer del sí, sobre la que descendió el Espíritu Santo, vuelve a traernos la armonía de Dios. Tú que eres “fuente viva de esperanza”, disipa la sequedad de nuestros corazones. Tú que has tejido la humanidad de Jesús, haz de nosotros constructores de comunión. Tú que has recorrido nuestros caminos, guíanos por sendas de paz. Amén.

Consagración de los niños a San José

María Antonia de Paz y Figueroa tenía una especial predilección por el Padre de Jesús, por lo que eligió como nombre religioso María Antonia de San José. Oración para consagrar la vida de nuestras niñas y niños a San José y rogar su protección de Padre de la Iglesia y de las familias del mundo entero.

“Glorioso San José,

a vos Dios te encomendó

el cuidado de su Hijo unigénito

en medio de los muchos

peligros de este mundo.

Acudimos a vos

y te pedimos que

tomes bajo tu protección especial

a los niños que Dios nos ha dado.

A través del santo bautismo 

se convirtieron en hijos de Dios

y en miembros de su Santa Iglesia. 

Los consagramos hoy a vos,

para que a través de esta consagración

puedan convertirse en tus hijos de crianza. 

Guardálos,

guiá sus pasos en la vida,

formá sus corazones

según los corazones

de Jesús y María.

San José,

que sentiste la tribulación

y la preocupación de un padre

cuando el niño Jesús se perdió,

protegé a nuestros queridos hijos

por el tiempo y la eternidad. 

Que seas su padre y consejero.

Que ellos, como Jesús,

crezcan tanto en edad

como en sabiduría

y gracia ante Dios

y los hombres. 

Preserválos de la corrupción del mundo

y danos la gracia

de estar unidos con ellos

en el cielo para siempre. 

Amén”.

Reliquia de Mama Antula junto a la imagen de San José, previa a su entronización en el altar de la Iglesia de la Concepción de la Av. Independencia.

San José es el patrono de la Compañía de Jesús. De ahí la veneración de María Antonia, que eligió llamarse “María Antonia de San José” un 18 de marzo de 1745, hace 277 años, según la tradición oral. Lo veneró toda su vida y todos los 19 de cada mes mandaba a rezarle Misa, rezando especialmente por la restitución de la Compañía de Jesús en América, como nos cuenta en sus cartas:

«para mí cuento el interponer por medianero al señor San José obligándome a mandarle cantar misa en todos los días 19 del mes, como así mismo aplicando todo el trabajo que impendo en el ministerio de los Ejercicios» 

-María Antonia de San José, carta 10 al Padre Gaspar Juárez

«Prosigo en hacer cantar misa al Señor San José cada 19 del mes, como comencé desde que salieron Vds. de acá y esto sin faltar jamás. Y cuando por hacerse los Ejercicios no puedo en mi oratorio, la hago cantar en la Merced. Y de Córdoba y de todas las demás partes donde he estado me escriben que hacen esta diligencia, principalmente en mi tierra, donde me han estado corriendo estas misas que se cantan en la iglesia de la Compañía y de la Merced.

Tal vez pareciéndome que se me tardan los asuntos para honra y gloria de Dios, esto es, la restitución de la Compañía, empiezo a decir al Señor San José que me pague lo que me debe, pues me debe mucho (esto es, lo que yo gasto en estas misas por el Santo, a fin de que me alcance de Dios aquella gracia) y después caigo en la cuenta que más debo yo a él; pero como puede mucho, siempre quedo con el consuelo que me lo ha de hacer; esto es, aquello que sabe Vd.»

María Antonia de San José, carta 29 al Padre Gaspar Juárez

Además, a las niñas pobres que eran hospedadas por ella en la Santa Casa las anotaba con el apellido “San José”, tal lo expresa en la carta 20.

Mama Antula y el Cura Brochero

En el día de su santo celebramos al Cura Brochero, discípulo de Mama Antula.

Imagen del Cura Brochero: Diana Ricci

Tienen en común la opción por los Pobres, la difusión de los Ejercicios Espirituales y sus vidas peregrinas al servicio. No fueron contemporáneos -el cura nació 61 años después de la muerte de Mama Antula-, y curiosamente él fue proclamado santo antes que nuestra Beata Mama Antula.

Brochero fue un incansable peregrino de Traslasierra -Córdoba- que predicó el Evangelio y asistió a los más pobres y olvidados. Visitaba las comunidades a caballo y curaba a los enfermos física y espiritualmente. Así contrajo lepra, enfermedad por la que murió.

Para poder implementar la práctica de los Ejercicios Espirituales en Córdoba el cura Brochero viajó a Buenos Aires y realizó él mismo los Ejercicios en la Santa Casa de Mama Antula, el 8 de septiembre de 1887. Allí tomó contacto con el Libro de los Ejercicios que María Antonia usaba en los retiros, con sus anotaciones y adaptaciones de uso de los ejercicios ignacianos. Quedó admirado del modo de Mama Antula y por eso mandó a imprimir ese libro con los Niños Expósitos, y regresó a Córdoba para implementar su práctica de los Ejercicios Espirituales a la usanza antuliana. 

Mama Antula y el Cura Brochero escoltan a la Virgen de Luján en la Iglesia del Santísimo Sacramento de Tandil.

La fiesta de la Mujer Fuerte

Celebraciones en Buenos Aires en honor a Mama Antula, Madre de la Patria y de los Pobres, mientras crece la expectativa por su pronta canonización.

Así era Mama Antula en su adultez: ojos azules, algo cansados de tanto caminar. Murió a los 69 años en la celda 8 de su Santa Casa de Ejercicios Espirituales.

Con una Misa en la Basílica de La Piedad presidida por Mons. Ernesto Giobando se cerraron el lunes 7 de marzo las Fiestas Patronales de la Beata María Antonia de San José, en el 223° aniversario de su Pascua, mientras crece la esperanza de que en breve sea declarada santa.

Las celebraciones comenzaron el viernes 4 de marzo, primer viernes de Cuaresma, con el inicio del Rezo del Triduo en su honor en la Basílica de La Piedad.

El Triduo a Mama Antula incluyó, en su primer día un Vía Crucis impactante guiado por el párroco P. Raúl Laurencena en el enorme templo a media luz, mientras las personas caminaban a oscuras orando frente al Sepulcro Histórico Nacional de María Antonia de San José, iluminado. Al fondo, el retablo de la Virgen Dolorosa.

El sábado 5 de marzo más de 50 personas asistieron a la Tarde de Ejercicios en la capilla de los Ejercitantes de la Santa Casa, donde meditaron durante cinco horas y cerraron la jornada con una Misa celebrada por el capellán P. Sebastián Risso en este lugar histórico fundado por Mama Antula en 1795 que -además- está impecablemente conservado. Todos los primeros sábados de cada mes habrá Ejercicios Espirituales presenciales gratuitos. 

Patio de la cocina de la Santa Casa, con una magnolia de más de 200 años. Vergel histórico en el corazón de la Ciudad de Buenos Aires.

El domingo 6 de marzo volvió a colmarse de gente la Santa Casa en la primera visita guiada del año. Esta vez con una sorpresa para los asistentes, que pudieron ingresar a la famosa “celda 8” donde vivió y murió Mama Antula en 1799, además de recorrer todo este Monumento Histórico Nacional que es increíble que haya sido diseñado por una mujer en el siglo XVII y construido gracias a las donaciones que ella recaudaba personalmente.

Damián, Graciela, María Luisa y Gabriel, el equipo de hospederos de la primera visita guiada del año.

La visita, guiada por Graciela Ojeda de Río, incluyó grandes relatos históricos de “mujeres fuertes” argentinas -muy a tono con las conmemoraciones del Día de la Mujer-, tal el caso de Mariquita Sánchez, que se negó a casarse con el candidato que había elegido su padre, algo inédito para aquel entonces en que las mujeres no decidían su destino, ni estudiaban, y muy pocas sabían leer y escribir como Mama Antula. Ante su rebeldía Mariquita fue “depositada” por su familia en la Santa Casa para evitar su noviazgo con Martín Thompson -noviazgo que de todas formas continuó porque cuenta la leyenda que Thompson ingresaba furtivamente a la Santa Casa disfrazado de aguatero-. Años más tarde se casaron, y Mariquita Sánchez de Thompson interpretaría por primera vez el Himno Nacional Argentino con un piano forte similar al que se encuentra en una de las salas de la Santa Casa, debajo de un retrato de María Antonia.

La Santa Casa es un Museo que alberga objetos de enorme valor histórico y religioso.
Piano forte en una de las salas de la Santa Casa. Hay dos en el país, el otro está en el Museo Histórico Nacional.

Las actividades del lunes 7 de marzo, en el día de su santo, se iniciaron en la Capilla de los Ejercitantes de la Santa Casa con una exhibición de reliquias y objetos pertenecientes a María Antonia de San José que se encuentran en el Archivo de la Sociedad Hijas del Divino Salvador, “que hemos ido encontrando y dando veracidad histórica a algunas de ellas”, comentó Giobando, “reliquias y testimonio de la historia argentina y de la historia de la Iglesia en Buenos Aires”.

San Ignacio de Loyola en el libro de los Ejercicios Espirituales recomienda venerar reliquias, “porque eso hace que uno entre también en la gran Historia de la Iglesia … eso hace a la base de nuestra piedad” comentó Giobando, que guió la exhibición en presencia de las únicas 2 Hijas del Divino Salvador Hilda y Julia, que participaron de todas las celebraciones.

Algunas de las reliquias presentadas fueron:

  • Un antiguo Cristo del siglo XVII: confeccionado y pintado por los indios con pigmentos naturales. Fue devuelto en el año 1996 a la Santa Casa, después de 40 años de ser resguardado por una familia a la que la Madre General de 1955 se lo había dado en custodia, ya que en aquellos años de gran intensidad política del peronismo en el gobierno sucedía la quema de Iglesias. “Este Cristo estaba atado con unas cintas porque tenía el brazo caído, y logramos restaurarlo. En una carta la Madre General de ese entonces sostiene que este cristo era de la Beata María Antonia de San José, que lo había traído de Santiago del Estero. Los especialistas en restauración estudiaron la imagen y constataron que los pigmentos no son pintura común sino pigmentos naturales, es un trabajo de muchos siglos atrás y en el rostro se advierten rasgos de tribus del norte del país del siglo XVII”, comentó Giobando.
  • El Manuelito: Es el original que Mama Antula le pidió al Padre Gaspar Juárez -jesuita santiagueño exiliado en Roma- en la carta 15, para suplir el que ella usaba colgado al cuello y que se encuentra en el centro del relicario contiguo a la Celda 8. “Ella le tenía una gran devoción al Manuelito, por eso las hermanas fundan la Sociedad Hijas del Divino Salvador, es decir, del Niño Salvador. Es una devoción muy de María Antonia. El Manuelito se daba a rezar al terminar cada tanda de Ejercitantes, que tomaban gracia de él, aquí, en este mismo lugar de la Santa Casa”, comentó Giobando.
  • Medalla del Rosario de Mama Antula: “de la Santísima Virgen y del Divino Salvador” encontrado en un sobre en el Archivo “que se dice era del Rosario de nuestra Venerable Madre, Sor María Antonia, escrito con letra bastante antigua, letra que creemos es de principios del Siglo XIX”.
  • La Cruz del Rosario de Mama Antula: Una pequeña cruz muy antigua hallada en la capilla del colegio San Cayetano, con una nota: “Cruz del Rosario de María Antonia, que sacaron de su sepultura”. 
  • Reliquias de los pies de La peregrina de la fe. Colocados en una urna hay restos de sandalias y de huesos que -según las Hijas del Divino Salvador- fueron extraídos cuando exhumaron el cuerpo de María Antonia, enterrado primitivamente en tierra en el camposanto de la Basílica de La Piedad -antes de ser construido su actual Mausoleo-. “La que vivió descalza fue sepultada con sandalias” comentó Giobando.
  • Manija de la urna de Mama Antula: Cuando en 1867 exhumaron los restos de Mama Antula -del antiguo camposanto de la Basílica de La Piedad- sus reliquias fueron depositadas en una urna. Esta reliquia se trata de “una de las manijas de la única urna que guardó sus restos hasta 1905, cuando sus fueron depositados en su Mausoleo de la Basílica de La Piedad, el 26 de septiembre de 1915”.
En un clima de total silencio contemplativo, tomando gracia de las reliquias, los presentes meditaron como los ejercitantes lo vienen haciendo en este lugar desde hace casi 250 años.

Luego de venerar las reliquias el capellán de la Santa Casa, P. Sebastián Risso, inició un momento de oración en el que se refirió a la vida de diferentes Mujeres del Evangelio. El Día de la Mujer estuvo muy presente en todas las celebraciones de la Mujer Fuerte -así es llamada Mama Antula, que además es la patrona de las empresarias argentinas-. 

Durante las meditaciones los presentes contemplaron el antiquísimo retablo virreinal de la Capilla de los Ejercitantes, dorado a la hoja, con un dramático Cristo agonizando, todavía viviente, junto a La virgen Dolorosa y San Juan Evangelista, y en los altares laterales imágenes de San Ignacio de Loyola y San Cayetano.

A continuación hubo una breve visita a la celda 8 de la Santa Casa donde murió Mama Antula en el año 1799.

Retrato de María Antonia de San José que se encuentra en la celda 8 pintado por el madrileño José de Salas -que conoció a La Beata- y sobre el cual posteriormente se desarrolló toda la iconografía antuliana.

En la celda 8, en el interior de este lugar santo, hay más reliquias antulianas: el estandarte sobre el que se apoyó durante toda su vida -una Cruz de madera a modo de bastón-, el altar de la virreina -regalo de la Sra. de Girior, virreina del Perú, que hizo los Ejercicios Espirituales en esta casa-, y el arcón donde Mama Antula multiplicaba los panes -hoy lleno de papelitos con las peticiones y ruegos de sus devotos-.

Camino al comedor, un detalle en la antiquísima cocina original de la Santa Casa son los cuadritos de los miembros del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo Carlos Mugica y Daniel de la Sierra junto al de Mama Antula, sobre el antiquísimo pasaplatos empotrado en la pared. Sin duda Mama Antula fue una misionera de la pastoral social desde mucho antes del surgimiento del movimiento de los Curas Villeros.

Daniel de la Sierra, Carlos Mugica y María Antonia de Paz y Figueroa, íconos de la pastoral social en Buenos Aires, en cuadritos sobre el montaplatos empotrado en la pared.

Luego de la breve recorrida por la Santa Casa los presentes peregrinaron hasta la Basílica de La Piedad repartiendo estampas de María Antonia a automovilistas, transeúntes y cartoneros de la calle San José, con el espíritu misionero de la pastoral social vivo por las calles de Buenos Aires

María Luisa y Pancho le acercan una estampita de Mama Antula a un cartonero en la calle San José.

Ya en la Basílica, el párroco de La Piedad Raúl Laurencena recibió a los peregrinos mientras muchísimas personas rezaban y tomaban gracia del Sepulcro Histórico Nacional donde descansan los restos de María Antonia.

Mons. Ernesto Giobando presidió la Misa que fue concelebrada por 6 sacerdotes, entre ellos el Padre Gabriel, de la diócesis de Zárate-Campana, que se acercó como peregrino a la Basílica y fue invitado a concelebrar, y a compartir su testimonio de sanación de Guadalupe gracias a la intercesión de Mama Antula, luego de un grave accidente automovilístico. Un momento de mucha emoción y sensación de milagro

Hacia el final de la Misa -que puede verse completa en este link– se encendió el corazón con mucha festividad y alegría frente a al Sepulcro de Mama Antula, mientras un coro angelical -que nos deleitó durante toda la Misa- cantaba su chacarera. Hubo palmas, vítores y un clima de gran expectativa ante las palabras de Mons. Giobando en la Misa: “Estamos esperando la buena noticia de la Canonización de Mama Antula. Ojalá que sea pronto que nos digan que La Beata va a ser santa. Va a ser la primera santa nacida en estas tierras, y que ha muerto en esta ciudad. Así que el corazón de los porteños se tiene que unir cada vez más a la vida y a la obra de La Beata”. 

Las hermanas Hilda y Julia, únicas dos Hijas del Divino Salvador que quedan viviendo en la Santa Casa, presentes en el Sepulcro de Mama Antula luego de la Misa de Mons. Giobando.  “Quiero agradecer a las hermanas que me hicieron conocer a María Antonia de San José. Julia me acercó la bibliografía (Blanco, Beguiriztain, Bruno) para preparar una Conferencia en 1980. Hilda me invitó a participar en la Causa de Beatificación, en 1994. Hoy rezo especialmente por ellas con el deseo que Dios nos permita participar de la Canonización de Mama Antula” comentó emocionada Graciela Ojeda de Río.

En la Misa de la Fiesta de Mama Antula estuvieron presentes peregrinos de todas partes de la ciudad, las Hermanitas del Cordero, las Hijas del Divino Salvador Hilda y Julia -foto-, descendientes colaterales de Mama Antula, sacerdotes, devotos y postuladoras de la Causa de Canonización.

Mons. Giobando rezando a los pies del Sepulcro Histórico Nacional María Antonia de San José, luego de la Misa.

Finalmente Mons. Giobando realizó una bendición especial a las mujeres en su día, mientras continuaban llegando peregrinos para rezar a los pies de nuestra Beata Antula, Madre de la Patria y Madre de los Pobres. Nuestra santa argentina.

Bendición de la mujer fuerte.

Imágenes de las celebraciones a Mama Antula en el interior y Gran Buenos Aires: click en este link

Conociendo a Mama Antula

Mons. Ernesto Giobando nos presenta la Santa Casa de Ejercicios Espirituales fundada por la Beata María Antonia de San José en 1775, Monumento Histórico Nacional, uno de los edificios más antiguos de la ciudad y cuna de la Patria y de la Iglesia de Buenos Aires. Y la encargada de la Santa Casa, Fernanda González, nos cuenta de qué se trata el Refugio de María, que continúa la obra misionera de Mama Antula, mientras se esperan buenas nuevas respecto a su canonización.

Programa Especial de Canal Orbe 21.

Oración a María Antonia

Escrita por Mons. Ernesto Giobando SJ en su fiesta del 7 de marzo de 2022, describe su vida y obra y ruega por una patria en la que todos seamos verdaderamente hermanos.

Beata María Antonia de San José, fiel servidora.

Santiago del Estero te vió nacer,

saliste de tu tierra con el bastón de peregrina.

Recorriste miles de leguas, 

anunciando a Jesucristo,

descalza y a pie, 

mujer fuerte y tenaz.

Tu horizonte fue siempre la mayor gloria de Dios y el bien de las almas.

San Ignacio de Loyola fue quien inspiró tu misión.

Los jesuitas formaron tu corazón de mujer y creyente.

Cuando ellos se fueron expulsados, tomaste la bandera de los Ejercicios Espirituales, que flameó en estas tierras hasta el presente.

Mujer bondadosa y llena de ternura,

Madre de los pobres, para todos tenías un gesto de compasión y misericordia, Mama Antula te llamaban, por tu corazón de madre.

En estos tiempos que vivimos, sé para la mujer una guía y para todos un ejemplo.

Que seas Santa a Dios le pedimos, esta tierra te ama y te venera.

Ayúdanos siempre a forjar un corazón grande como el tuyo, que ninguna adversidad derrumbe.

Danos una patria de hermanos y que nadie se quede sin el alimento de la oración y la dignidad de ser humanos.

Beata María Antonia, querida Mama Antula, ruega por nosotros, Amén.