El Nazareno de Mama Antula

Les presentamos esta antiquísima reliquia que ha peregrinado junto al pueblo de Buenos Aires desde el año 1776, cuando Mama Antula organizaba su procesión del Vía Crucis de Semana Santa por las calles de la colonia.

Impactante recreación de Cristo camino del Calvario.

Es un Cristo sufriente caminando, cargando La Cruz camino del Calvario. Esta imagen de impactante dramatismo fue donada alrededor de 1775 a Mama Antula por Don Rosendo Rico, oriundo de España, cuando éste vivía en el Alto Perú y aún no existía la Santa Casa y La Beata organizaba los Ejercicios Espirituales en un solar que estaba detrás de la parroquia Nuestra Señora de Monserrat. 

El Nazareno en la Santa Casa. Detrás, la Virgen de los Dolores.

El Nazareno es una imagen de vestir realizada en Cuzco, tan real que causa escalofrío estar en su presencia. De proporciones humanas, sus ojos son de vidrio; sus lágrimas, transparentes y su pelo es natural. Su rostro está iluminado por las tres potencias de plata repujada que salen de su coronilla, a modo de halo santo. La técnica del repujado de metales es una forma de cincelado creada por los artesanos del Imperio Inca y que continuó practicándose en el virreinato del Perú. La Corona de espinas está realizada con espinas aplicadas en sogas, al igual que la original Corona de Cristo. 

El Nazareno de Mama Antula formó parte de las más antiguas procesiones realizadas por las distintas cofradías de la época colonial, que copaban las calles de Buenos Aires rezando el Vía Crucis de noche iluminados con velas. Las procesiones de entonces lograban que todo el pueblo se uniera en las calles con sus vestidos de domingo para caminar y rezar juntos durante horas: cabildantes y autoridades, patricios, nobles, campesinos, mercaderes y esclavos unidos por la fe. Las 4 procesiones más convocantes de la colonia eran la de El Señor de la Humildad, la del Cristo de la Aspiración, la del Cristo y el Pecador Arrepentido y la de El Nazareno de Mama Antula. Los Cristos sufrientes camino del Calvario eran llevados en peregrinación hasta la Plaza de La Victoria -actual Plaza de Mayo- y luego exhibidos en las galerías del Cabildo durante toda la Semana Santa, para que El Nazareno pudiera ser venerado tanto “desde su encierro por los presos de la cárcel”, como por la gente de a pie, incluidos los próceres de la Patria. 

Esquina del Cabildo en Plaza de Mayo, en 2018. El Nazareno de Mama Antula formó parte del Vía Crucis de la Ciudad organizado por la Arquidiócesis de Buenos Aires.

Comenta Mama Antula en una carta al Padre Juárez en 1786 que “va a salir en procesión mi Jesús Nazareno con toda la clerecía” y describe cómo impactaba en los y las fieles el sufrimiento que transmite la escultura: “…al verlo, se tapan la cara de pavor, porque a la verdad, no han visto cosa más perfecta y de devoción, pues empiezan a llorar luego que lo miran. Es de estatura de un hombre cabal y está en acción de caminar, no está agachado; está con una cruz redonda con nudos … saldrá con licencia del Virrey; … está trabajado en el Cuzco y es tal, que parece que él mismo se ha trabajado, según la perfección. El que me lo mandó fue un caballero, que fue para arriba con un empleo del Rey, llamado Don Rosendo Rico, que ya es difunto”.

Al fundarse la Santa Casa en 1794 el Nazareno pasó a ocupar un espacio del Oratorio cuya ventana da a la Avenida Independencia, de manera que si abrían la ventana los vecinos de antaño podían -desde la vereda- venerar y rezarle al Cristo camino del Calvario.

Facsímil de Caras y Caretas del año 1901.

 Según una antigua edición de la revista Caras y Caretas del año 1901 en la naciente Argentina la Semana Santa era la fiesta más popular, que se disputaban las diferentes Órdenes religiosas de entonces, compitiendo por quién congregaba más fieles. Estos Vía Crucis constituían verdaderos calvarios. “Calles y templos veíanse repletos de gente vestida con sus mejores galas… Las procesiones no eran pobres desfiles… sino actos de verdadera piedad, pues era martirio recorrer las calles polvorosas detrás de las andas de los Santos, cargadas a espaldas de los devotos más fervientes… El jueves… salían las procesiones hacia el centro, con su abigarrado cortejo y llevando cada una su Cristo favorito…”

En el año del Bicentenario de la Argentina -2010- el Nazareno de Mama Antula estuvo en exhibición en los jardines del Arzobispado de Buenos Aires -contiguos a la Catedral Metropolitana-. En la actualidad permanece en el Oratorio de la Santa Casa, impecable, luego de que un grupo de devotos realizara una exhaustiva restauración para el vía Crucis de la Ciudad del año 2018. Este año -por medidas preventivas por la pandemia- el Nazareno no será sacado en procesión.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: