Carta 77 – De la Sierva de Dios a Don Ambrosio Funes (Buenos Aires, 27 de agosto 1792)

Luego de los multitudinarios Retiros Espirituales en Montevideo Mama Antula está de regreso en Buenos Aires y -con el aval del Obispo Malvar y Pinto- anuncia el inicio de la construcción de la Santa Casa de Ejercicios Ignacianos.

El obispo Sebastián Malvar y Pinto, franciscano, finalmente autorizó a Mama Antula a construir la Santa Casa (Av. Independencia y Paseo Colón, CABA). Dicen que no ordenaba a ningún sacerdote sin que La Beata diera su aprobación luego de una tanda de Ejercicios Espirituales.

Señor Don Ambrosio Funes de Santa Teresa de Jesús.

Amantísimo hijo en Jesucristo:

Ya supongo me habrá contemplado ocupada en cuanto no le he escrito después de estimarlo tanto. También me tiene ya en esta casa de Buenos Aires, en virtud de haberme llamado estos señores, principalmente el Sr. Obispo, facilitando y prometiendo que se establecen los Santos Ejercicios en esta Capital. Estamos actualmente procurando empezar a edificar la casa destinada para dicho efecto; yo procuro obra grande como de Dios y para Dios.

Con esta propuesta me arrancaron de Montevideo con gran sentimiento mío, por el fervor con que concurrían en multitud las gentes en dicha ciudad, a entrar en Ejercicios; tanto que llegaron a entrar hasta de a quinientos, por lo que les puse dos oratorios a un tiempo con sus Directores correspondientes, que era como dar dos Ejercicios a un tiempo. Al tiempo de mi partida se esforzaron aquellos ciudadanos, ofreciéndome ya sitio con escritura para edificarme una casa perpetua para los Santos Ejercicios. Ya otros se me ofrecían edificármela a mi idea y satisfacción, con tantas instancias y súplicas que conocí la ingenuidad y que lo alegaban de corazón. En esta virtud les prometí que poniendo en ejecución la misma obra en esta Ciudad, iría a ésa de Montevideo a obrar lo mismo, me están aguardando con mucha fe. Dios nuestro Señor lo dirija y proporcione.

No desfallezca Vd. en su esperanza y sepa que quien porfía, mucho alcanza; prevéngase (no lo encuentren descuidado) para darle un abrazo a su muy querido Padre Gaspar, y crea que no tardará. Esto baste por ahora. Me le dará mis expresiones a mi hija la Monja diciéndola que por qué no me ha escrito en tanto tiempo, y así que le suplico no lo deje de hacer. Y Vd. no deje también de escribirme largo que me divierte mucho.

No ocurriendo más, quedo a la disposición de Vd. Rogando a Dios nuestro Señor, guarde su importante vida muchos años. Su afectísima sierva en el Señor que su mano besa y su mayor bien desea, etc.

Somos 27 de agosto de 1792. Buenos Aires.

María Antonia del Señor San José.

P. D. Avíseme dónde y cómo se halla nuestro Señor Obispo. Seguí dando los Ejercicios en dos oratorios —hasta que me retiré— por el mucho concurso. Don Ambrosio Funes en propias manos. Córdoba.

Ficha técnica

  • Fecha: 27 de agosto de 1792
  • Desde Buenos Aires
  • De Mama Antula
  • a Don Ambrosio Funes
  • Idioma: Español

Cf. Blanco XC: ACSBA (original, en castellano); G 71.

Publicado por Agustinasalerno

Publico cuentos que escribo para que los puedan leer.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: