Carta 52 – De Don Ambrosio Funes al Padre Juárez (sin fecha precisa)

Se indica que esta carta llegó a Roma a fines de 1787. Funes relata los mismos sucesos ya relatados en la carta 42 respecto a Mama Antula y una de sus beatas mulatas, Catalina.

Mulata del virreinato. Las mulatas rara vez llevaban zapatos.

Mi muy amado Padre:
Escribiendo el correo pasado a mi Beata, instándola que me refiriese las maravillas de Dios por consolar Vms. en sus aflicciones, me dio esta respuesta:

“En materia de Ejercicios al más mínimo efecto de ellos es suficiente para escribir volúmenes”.

Se toman con más fervor que al principio, con más tesón, con más abundancia. Yo me persuado que en Buenos Aires se hayan dado a 70.000. Hablando de la Compañía se explica en estos términos:

“No quiero fiar a la pluma lo que sé de ella; lo haré cuando llegue su tiempo”.

En todas sus expresiones se echa de ver que un espíritu extraño deleita su espíritu. Yo no lo atribuyo a otra cosa, que a lo de afianzarse cada día más y más en la próxima restitución de la Compañía. No es sola esta grande alma la que asegura estos presagios. Catalina, una mulatilla hija espiritual del Padre José Páez, produce testimonios que sorprenden la inteligencia común. Ella que desde que Vms. partieron está enferma en una cama sujeta a tantos males, que ya parecen milagrosos. A mí me ha confiado el fin con que los adopto y sufre con gusto. Éste no es otro que la restitución de la Compañía hasta cuya época ha hecho de sí una particular oblación. Ella será de cuarenta años; la tercera parte de su vida la ha pasado en angustias. Pero sucede una cosa rara. No oye misa más que la Noche de Navidad todos los años, única ocasión de los doce meses en que puede pasar al templo. Acaba de comulgar y pasa a la cama a recostarse en su dolor. ¿Dejará esto de ser prodigioso, ocurriendo todos los años? Tiene licencia para que le franqueen los sacramentos dos o tres veces a la semana privadamente.

Aún en la cama lo pasa sin luz y sin trabajo de manos, porque no permiten otra cosa los insultos; y con todo siempre conforme, siempre alegre, reposa a la sombra de la Providencia Divina en medio de un abandono universal. ¡Qué cosas no ha visto en orden a Vms. según infiero tan análogas a los arcanos de nuestra Beata!

¡Oh! Dios es muy admirable en sus obras. Algún día saldrá a pregonarse sobre los techos lo que se sepulta en el secreto. Basta por ahora de prodigios. Los Ejercicios de la Beata y la Compañía en Rusia, valen por todos los portentos.
Su más afectísimo. N.N.

Ficha técnica:

  • Fecha: incierta, probablemente 1787
  • Desde Córdoba
  • De Ambrosio Funes
  • Al Padre Juárez
  • Idioma: Español

Cf. Blanco LXXIII: AL, Supresión S.J., Papeles varios, p. 311 (en castellano); copia en
APA; Gr 37-39: – La carta llegó a fines de 1787.

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