Funes comenta que ya son 70 mil almas las que realizaron los Ejercicios Espirituales de Mama Antula. En esta carta habla de Catalina, una beata mulata que acompaña a Mama Antula en su tarea.

Mi muy amado Padre en Jesucristo:
El silencio hondo de sus correos ha puesto en expectativa mis reflexiones. Tal vez provenga del mío. Yo, para guardarlo, he esperado ciertas instrucciones, que he indicado en mis antecedentes, las cuales deben servirme de apoyo para la verificación de aquel vasto proyecto de referir la vida y portentos de nuestra Beata María Antonia de San José… Una meditación pasada me ha hecho comprender que el mejor medio de abreviar con este negocio es aproximarme con pausa: festina lente, en la inquisición de los hechos de aquella prodigiosa mujer, cuya notoriedad a todas estas Provincias es preciso que un discernimiento de mano diestra, considerada, con el mismo resorte de su conducta interior; para que así queden convencidos los ojos, la razón y el espíritu. Hace días me resolví conferenciar con un confesor suyo, hombre sencillo y espiritual, sobre su vida. En media hora me dio materiales para agregar algunos pliegues a los que tengo escrito. Varios sucesos, que me refirió, convenían perfectamente con los que ella me ha confiado silla a silla. Me prometió referir muchos más. Espero un día de los de la próxima Pascua en que celebra a su Manuelito Divino, para recoger el tesoro que me ofrece. Yo creo enriquecer a mi alma y a otras con este tesoro.
Escribiendo en el correo pasado a mi Madre Beata, instándola a que me refiera las maravillas del Señor, para consolar a Ud. en sus aflicción, me dio esta respuesta: “En materia de Ejercicios, el más mínimo efecto de ellos es suficiente para escribir volúmenes”. Se toman con más fervor que al principio, con más tesón, con más abundancia. Yo he pensado que en Buenos Aires se hayan dado a 70 mil almas. Hablando de la Compañía, suplica en estos términos: “No pienso fiar a la pluma lo que sé de ella, lo haré cuando llegue su tiempo”. En todas sus expresiones se echa de ver que un negocio extraño desease su espíritu. Yo no lo atribuyo a otra cosa que a los de afianzarse cada día más y más en lograr su restitución de los comienzos.
No es sola esta grande alma la que asegura estos presagios. Catalina, una mulatilla, hija del P. José Páez, produce testimonios que comprenden la inteligencia común. Ella desde que Uds. partieron está enferma en cama, sujeta a tantos males, que aparecen milagrosos. A mí me ha confiado el fin con que los adoptó, y sufre con gusto. Éste no es otro que la restitución de la Compañía, hasta empieza a hacer de ellos una particular oblación. Ella será de 40 años. La tercera parte de su vida la ha pasado en angustias. Pero sucede una cosa rara. No oye misa mas que la noche de Navidad todos los años, única ocasión en los 12 meses en que puede pasar al templo; acabada de comulgar, pasa a la cama a recostarse en su dolor. ¿Dejará esto de ser prodigio ocurriendo todos los años? Tiene licencia para que se le franqueen los sacramentos a discreción de sus Directores 2 ó 3 veces a la semana privadamente. Aun en la cama lo pasa sin luz y sin trabajos de manos porque no permiten otra cosa los insultos; y con todo siempre conforme, siempre alegre, reposa a la sombra de la Providencia divina, en medio de un abandono universal. Qué cosas no he visto en estos años y a Uds. seguro infiero, tan análogos a los arcanos de nuestra Beata. ¡Ah! Dios es muy admirable en sus obras. Algún día saldrán a pregonarse sobre los techos lo que se oculta en el secreto. Basta por ahora de prodigios. Los Ejercicios de la Beata, la Beata y la Compañía en la Rusia valen por todos los portentos. Remito a Cádiz… (etc.).
Mi hermano, mi esposa María Ignacia y otros muchos, mil expresiones del cariño más tierno y fervoroso. B.l.m. su Hijo
Ambrosio Funes. – A Don Gaspar Juárez.
Ficha técnica.
- Fecha: 5 de diciembre de 1786
- Desde Córdoba
- De Don Ambrosio Funes
- Al padre Juárez
- Idioma: Español
Cf. ASR 207-210 (en castellano). Cf. también ASR 203-205 (en italiano) y ARSI 178 (en italiano). Córdoba, 5 de diciembre de 1786.
Un comentario en “Carta 42 – De Don Ambrosio Funes al Padre Juárez (Córdoba, 5 de diciembre de 1786).”