
La Beata caminaba kilómetros y kilómetros descalza para evangelizar. Y para llegar a los más recónditos lugares del virreinato profundo también montaba mulas o caballos. Hablaba en quechua, por lo que la Palabra de Dios calaba hondo en las familias originarias.
Este cuadro fue realizado por Marcela Torena Ramos Taboada. Marcela dirige un grupo en Santiago del Estero llamado «La Peregrina Mama Antula«, que da catequesis a un grupo de niños pobres y les procura abrigo todos los inviernos junto a la Orden de Malta.